- ANTECEDENTES DE LA HISTORIA
Los derechos de televisación de la Copa América, la Copa Libertadores, la Copa Sudamericana, Eliminatorias, Mundial Sub 20 y Mundial Sub 17, entre otras competiciones relevantes que incluye a la organización de la CONCACAF (Federación que nuclea a América del Norte y América Central), pertenecían a una empresa cuya figura visible era José Hawilla, un empresario de nacionalidad brasileña. La adquisición de los mismos, por un extenso período de tiempo, se hizo realidad gracias a la estrecha relación con Julio Grondona y Nicolás Leoz, por entonces las autoridades de mayor peso en la CONMEBOL: pago de coimas, la vía concreta y concisa para llegar a buen entendimiento.
Las ganancias para el dueño de los derechos se multiplicaban posteriormente en un abrir y cerrar de ojos. Aquello que había adquirido en una determinada suma de dinero tras conversaciones con los 'popes' sudamericanos, lo ubicaba en otros puntos del mundo a precios infernales. Pero cuando Hawilla comenzó con problemas legales y le quitaron las principales fuentes de ingresos, la olla se destapó y varios dirigentes resultaron comprometidos, así como también un grupo de argentinos que aparecieron en escena a continuación.
- QUIÉN ES HAWILLA Y POR QUÉ QUEDÓ AL MARGEN DEL NEGOCIO
Pero una vez radicado en territorio americano, cometió otra clase de delitos sin relación con el deporte y contrajo una enorme deuda económica con el Fisco de los Estados Unidos. La Justicia dictó una orden de arresto contra su persona y rápidamente fue detenido por las fuerzas policiales. Y si bien aceptó las infracciones legales que lo llevaron a ser imputado, con una penalización millonaria de por medio, decidió relatar diversas historias para desenmascarar negocios tenebrosos y de esa manera aliviar la pena de prisión que comenzaron a barajar los norteamericanos: denunció a sus competidores, a quienes lo despojaron del poder. Allí se inició todo.
- QUÉ DIJO HAWILLA Y POR QUÉ SURGIÓ EL ESCÁNDALO MEDIÁTICO
Hawilla, para mitigar los impactos del juicio sobre su nombre, pero también por una cuestión de orgullo para perjudicar a los enemigos íntimos que lo corrieron del negocio, facilitó números de cuenta y especificó giros millonarios de dinero. Todos movimientos bancarizados y sencillos de comprobar. La Justicia de Estados Unidos puso manos a la orden y halló la intervención de la mencionada Full Play, la firma que camina gracias a polémicos inversores cuyos fondos provienen de la Mafia Rusa, pero también determinó que un grupo nutrido de funcionarios de la FIFA estaba implicado en la alianza. Por eso dictaminó la detención de los culpables, 14 en total, cerca de las 6 de la mañana en Suiza.
- LAS CARAS VISIBLES DE FULL PLAY, LOS NUEVOS DUEÑOS DEL NEGOCIO
Hawilla, autoincriminado y con el ego malherido, puso contra la espada y la pared a sus viejos competidores, brindando lujo de detalles de una intensa novela que movió miles de millones de dólares a lo largo y ancho del mundo. La FIFA, involucrada en un escándalo sin igual en la historia, intentó limpiar su imagen con un escueto comunicado de su Presidente, pero seguramente deberá responder con argumentos convincentes para esclarecer un episodio histórico: aquello que siempre se puso en tela de juicio, entró en una etapa inédita de confirmaciones. Inevitablemente, manchando la pelota.
- OTRA RAZÓN QUE MOTIVÓ LA EMBESTIDA CONTRA LA FIFA
Luego del inicio de una profunda investigación, se comprobó el pago de coimas a distintos dirigentes del mundo del fútbol para volcarse en favor de las candidaturas de rusos y qataríes, lógicamente adoptando una inclinación que fue en detrimento de los anhelos británicos. Ahora, con el apoyo de sus camaradas norteamericanos, empezaron a desquitarse con los responsables de dicho desenlace.