La severa pérdida de competitividad de la economía argentina, en particular de los productos manufacturados no agropecuarios volvió a manifestarse en los números del Indec en una declinación de las exportaciones industriales del 16% en cantidad, la cual sumada a la merma del 27% en las ventas de combustibles y energía, no pudieron ser neutralizadas con el aumento de los despachos de cereales y oleaginosas, y de sus manufacturas, incluyendo el complejo cárnico y minero.
"En abril de 2015 la balanza comercial marcó un superávit de u$s252 millones, cifra que representó una disminución del 69% con respecto al mismo mes del año anterior. Es el resultado de un mes en el que las exportaciones reportaron ingresos por u$s5.231 millones, mientras que las importaciones descendieron a u$s4.979 millones", comunicó el Indec.
El superávit comercial se derrumbó 69 por ciento
El menor valor exportado, en 19%, se explicó exclusivamente, en el agregado, en el descenso de los precios. Sin embargo, el desagregado puso al descubierto que la caída de las cotizaciones internacionales no afectó tanto a las ventas de productos primarios y sus manufacturas, como a los industriales. Amén que las restricciones energéticas fueron las principales responsables de la baja de la caída que se registró en combustibles y energía.
De este modo, las exportaciones acumulan 18 meses consecutivos de retroceso internanaual, fenómeno que no puede disociarse de la pérdida de competitividad que provocaron las políticas de deliberado atraso cambiario respecto de la dinámica de los costos de producción, la discrecionalidad en el pago de importaciones, y otras restricciones que llevaron al país a caer al último lugar en el ranking de competitividad del World Economic Forum.
Y aunque parezca una casualidad, las importaciones también acumulan más de un año de contracción interanual (14 meses), ya que el presidente de la Cámara Argentina de Importadores de la República Argentina, Diego Pérez Santisteban, dijo a InfobaeTV que esa correlación directa no sólo no es nueva, sino que además se manifiesta en "la pérdida en los últimos cinco años de operaciones de exportación e importación de 20.000 millones de dólares", en cada caso.
Diego Pérez Santisteban: "El primer trimestre cerró con u$s6.800 millones de atrasos en el pago de importaciones"
El dirigente empresario consideró que "si bien desde mediados de abril el Banco Central flexibilizó las autorizaciones de pago de importaciones, habrá que esperar a conocer los datos del segundo trimestre para comprobar si sólo se trata de una mejora del flujo o si se reduce el stock de deuda, el cual había saltado de u$s4.600 millones a fines de diciembre de 2014 a u$s6.800 millones tres meses después, según se desprende de las estadísticas de la autoridad monetaria".
El primer cuatrimestre cerró con exportaciones por u$s18.626 millones e importaciones por u$s18.206 millones, determinando un paupérrimo superávit de u$s420 millones. Esos valores acumularon sendas contracciones de 16,7%; 14,8% y 56,9%, respectivamente.