Las exportaciones de productos regionales acusan severas pérdidas de competitividad

Las cantidades exportadas de limones retrocedieron el primer trimestre 85%; las de manzanas y mandarinas 48% y 47% respectivamente. Los despachos de peras cayeron 28% y los de productos forestales bajaron 39 por ciento

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También perdieron presencia en los mercados internacionales entre enero y marzo en comparación con el año anterior los del tabaco del NOA y los lácteos de la zona central del país 25%; los pollos 28%; los cueros y pieles 23%; la miel del NOA y región Centro 21%, el té y la yerba mate del NEA 16% y 13% y el ajo de Cuyo 8 por ciento.

Tampoco lograron mantener los volúmenes de exportación del primer trimestre de 2014 las industrias pesqueras del sur, ya que vieron disminuidos las cantidades en un 15% para los mariscos y 8% para los pescados.

Esos movimientos contractivos, que surgen de un informe de la consultora NOAnomics que dirige el economista Féliz Piacentini, son las consecuencia de una conjunción de factores que contribuye a lo que algunos podrían llamar la "tormenta perfecta".

"El tipo de cambio electoral atrasado; las retenciones a las exportaciones combinadas con costos crecientes en dólares y una carga fiscal nunca vista ya de por sí configuran un coctel complicado. Si se le agrega a este mix un dólar más vigoroso en el mundo frente a todas las monedas y materias primas con menores precios que el año pasado, se entiende por qué las exportaciones de producciones regionales se han desplomado", observa Piacentini.

El economista destaca que "la política de utilizar el tipo de cambio como ancla nominal para controlar la inflación y estimular el consumo por la doble vía de una inflación desacelerándose que mejora el salario real y un abaratamiento de los bienes transables, no permite vislumbrar que el deterioro de la competitividad de las economías regionales se revierta en el resto de 2015 sino todo lo contrario".

El análisis de NOAnomics estimó que "el dólar se apreció en el primer trimestre 23%; los precios de las materias primas cayeron 12%; el tipo de cambio real se apreció 20%, dado que la devaluación del peso fue del 14% anual y la inflación del 32%; el costo salarial aumentó 31% y los costos logísticos (transporte y comunicaciones) se incrementaron 26%; la presión fiscal es récord al equivalente a 35% del PBI, sin considerar las tasas municipales y el persistente y cada vez mayor atraso en el reintegro del IVA a las exportaciones".

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