Podría aplicarse el refrán "entre gallos y medianoche" a la oportunidad en que el INDEC publicó el "Avance de las tasas generales de la fuerza de trabajo" correspondientes a la edición 2014 de la Encuesta Anual de Hogares Urbanos (EAHU): el 29 de diciembre último, el único día hábil entre Navidad y Reyes. Este relevamiento se realiza, desde 2010, en el tercer trimestre de cada año.
Así como la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) abarca 31 aglomerados urbanos, la Encuesta Anual pretende representar al total urbano nacional. Recordemos que el Censo de 2010 registró unos 40,1 millones de habitantes de los cuales un 91 residían en áreas urbanas.
El hecho de que la EAHU se iniciara en simultáneo con la realización del Censo de Población hacía presumir que su punto de partida, en cuanto a la población de referencia, no arrojaría dudas.
Sin embargo, anticipando lo que se iba a percibir a lo largo de 2014 con la EPH, el volumen poblacional utilizado por la EAHU en 2013 fue ampliado de tal manera que, al aplicarse las tasas de actividad y de empleo aparecía un aumento en ese año de la fuerza laboral en magnitudes difícilmente de explicar en las condiciones delicadas que ya por entonces presentaba la economía argentina. Pero esta es otra discusión que ahora posponemos
Al igual que en la EPH, la tasa de empleo de la encuesta nacional urbana (proporción de ocupados sobre toda la población) ha venido declinando año a año. La tasa de actividad, a su turno, está en 2014 más abajo que en 2010 aunque en el ínterin había subido algunas décimas,
La cuestión es que al publicarse los resultados de 2014, la población de referencia de ese año fue definida de manera coincidente con la del año previo y, por tanto, sus valores a nivel del agregado urbano nacional parecen irrefutables.
Pues bien, el volumen de ocupados en 2013 para la EAHU era de 16,1 millones y en 2014 había descendido a 15,7 millones. Esto es una baja de 400.000 ocupados.
La magnitud es para nada despreciable. Si recordamos la evolución del empleo desde la salida de la crisis de 2002, sabemos que una serie comparable mostraría un incremento de unos 4,5 millones (sin duda menos que los 5 o 6 millones que extrañamente fueron anunciados oficialmente por varias vías informativas). Por lo tanto la disminución en este último año estaría cerca del 10% de aquel incremento, es decir que luego de doce años se perdió uno de cada diez empleos logrados. No hay dudas que la situación es más que preocupante y, ahora, está confirmado por el organismo estadístico oficial.
El autor es director del CEPED e Investigador del CONICET.