El destacado académico de Harvard y ex jefe de economistas del BIF entre 1994 y 2000 dio las pautas de lo que la Argentina debiera hacer para progresar, luego de recordar que el país y Venezuela son casi los únicos en el mundo que tienen tipos de cambio múltiples, aunque funcionan con magnitudes muy diferentes.
"Los países cuando pretenden unificar los tipos de cambio en el tiempo, típicamente no toman las medidas necesarias para que se dé esa unificación, porque les permite tener déficit fiscales más altos de lo debido, financiarlos con emisión monetaria, no pagar inmediatamente el costo porque lo que se deprecia inmediatamente es el dólar blue y no el oficial, y entonces se puede creer que se puede resolver la escasez de dólares con algunas restricciones a las importaciones; y por esa vía hacen imposible el ambiente de negocios para la producción, la competitividad, que dificulta la economía de una manera innecesaria".
Al respecto, Hausmann dio un ejemplo claro e inmediato, que perciben la mayoría de los residentes en el país: "Estoy sorprendido de la malísima calidad de la telefonía celular y del servicio de internet, en esta Ciudad. Llevo 48 horas aquí y me parece malísima la calidad del servicio, sorprendentemente mala, y estoy seguro que tiene que ver con los controles de precios, de las importaciones, etc., porque no se explicaría de otra forma. Y estoy seguro que en otras áreas de la economía estas cosas ocurren. Y eso es totalmente innecesario".
Ricardo Hausmann: "Es sorprendentemente malo el servicio de telefonía e internet y creo que tiene que ver con los controles de precios y de importaciones"
El experto dijo en diálogo con Pablo Wende en InfobaeTV que "si la meta es tener la inflación de un dígito, el tipo de cambio único y obtener el grado de inversión por parte de las calificadoras de riesgo, eso ya lo tienen Uruguay, Bolivia, Nicaragua. Es una situación extraña tener un país tan poco endeudado, con tantas fortalezas y con tanto temor ante el mundo, y me parece que hay en la conducción económica poca fe en el país".
"La idea de inflación de un dígito, tipo de cambio único y grado de inversión, son metas que el país tiene que pensar que son fácilmente alcanzables. Si las han alcanzado todo el resto de América latina, la Argentina debería pensar que no es una cosa tan difícil. Y eso es lo que me intriga, que el país tenga visiones tan limitadas en el tema macro", dijo el destacado académico.
En ese sentido, el profesor de Harvard resaltó que "hay cosas más interesantes de qué ocuparse. La economía trata de construir prosperidad, integrar a la gente a las oportunidades. El mundo está cambiando y está lleno de oportunidades".
Y una vez más Ricardo Hausmann apeló a un ejemplo contundente: "A menudo escucho el discurso en la Argentina de que vamos a sustituir importaciones, que son u$s60.000 millones, cuando la economía mundial son 60 millones de millones de dólares, y eso indica que se tiene muy poca confianza en las posibilidades del país para ganar".
"Se tiene muy poca confianza (en Economía) en las posibilidades del país para ganar"
El economista observó que "acá hay atraso cambiario, retenciones a las exportaciones, normalmente los países cuidan sus exportaciones, porque a diferencia con el mercado nacional, se compite con mucha gente y si se le impone un impuesto cuando el resto no lo hace, no sorprende que el país no tenía un colchón frente a la caída del precio de la soja. Y no es por falta de capacidad de la sociedad".
Finalmente, Hausmann concluyó la entrevista haciendo una referencia a la situación de los holdouts: "a mí me pareció inadecuada la decisión del juez Griesa, pero el caso es que uno a veces gana unos juicios, otras veces los pierde; no se puede parar un país de modo indefinido por un juicio. Hay que mirar hacia adelante con visión de futuro".
"Me parece inadecuado el fallo de Griesa, pero no se puede parar un país indefinidamente por perder un juicio"
A continuación la nota completa en la que compara la economía argentina con la de Venezuela. Antes de analizar los caminos para que el país pueda subirse al tren del desarrollo, sin descuidar su esencia de ser un importante productor de alimentos y de otros productos primarios, se debe comenzar por pensar que "si se quiere, se puede", en alusión a la conquista de mercados y pensar más en "generar empleo argentino para la exportación, antes que en reducir el empleo externo con la sustitución de importaciones".