Clarence Moore supo eludir a las autoridades de Estados Unidos durante cuatro décadas, pero al final, la mala salud lo obligó a entregarse.
Él mismo se comunicó con la policía para someterse a la Justicia, después de tener dificultades para procurar cuidado de salud sin documentos de identidad o seguro social legítimos. Según la policía, el prófugo derramó lágrimas cuando fue arrestado.
"Tan pronto como nos vio, empezó a llorar", dijo Pat Melton, sheriff del condado de Franklin. "Dijo: 'Solo quiero dejar esto atrás. Quiero que se resuelva'".
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Moore vivía en Kentucky desde al menos 2009. Utilizaba varios alias y sus vecinos lo conocían como Ronnie T. Dickinson. Uno de ellos dijo que Moore era una persona reservada que se había mudado al vecindario hacía unos tres o cuatro años. En ocasiones se sentaba en el frente de la casa a esperar el correo, dijo el vecino.
Moore vivía con una compañera que no sabía de sus antecedentes. "Quedó impactada cuando todo esto sucedió", explicó el sheriff Melton, según la cadena BBC.
Al parecer su salud empeoró luego de un derrame cerebral que le afectó el habla. Moore fue llevado en ambulancia desde su casa, el lunes pasado. Fue sometido a una evaluación en un hospital local y luego internado en la prisión. Según el sheriff que coordinó su arresto, Moore estaba tan mal de salud que "parecía de 90 años".
Cuando llegó a la cárcel, agradeció al sheriff por su amabilidad.