El gobierno de Hugo Chávez realizó en 2009 una profunda reforma electoral a la medida de su proyecto político. Se estableció un sistema mixto: por un lado, las 24 entidades federales (23 estados y un distrito capital) pasaron a elegir el mismo número de diputados, con un régimen de representación proporcional; por otro, se los dividió internamente por circunscripciones electorales, cada una de las cuales elige uno o dos legisladores más, dependiendo del tamaño de su población.
La oposición denunció que el criterio utilizado para demarcar los circuitos electorales -agrupando algunos municipios y separando otros- respondía exclusivamente a la voluntad de sobrerrepresentar al electorado chavista. No se equivocaba.
El origen es la polémica reforma electoral impulsada por Chávez en 2009
Las elecciones parlamentarias de 2010, las primeras realizadas bajo la flamante Ley Orgánica de Procesos Electorales, fueron las más reñidas de la historia. A nivel nacional, el oficialista PSUV se impuso con el 48,1% de los votos, frente al 47,2% de la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD).
La diferencia fue de apenas 0,9 por ciento. Sin embargo, el chavismo obtuvo un 50% más de diputados que la oposición: 98 contra 65.
LEA MÁS: Venezuela: la oposición denuncia que Maduro quiere cancelar las elecciones al Parlatino
LEA MÁS: Telesur amplía su campaña propagandística contra el ex presidente Felipe González
"La ley es extremadamente rígida para la asignación de diputados a cada estado. Eso hace que 19 de las 24 entidades federales estén muy sobrerrepresentadas o muy subrepresentadas. Por ejemplo, Zulia, el más grande, representa el 13,3% de la población nacional, pero tiene el 9,1% de los diputados", explica, en diálogo con Infobae, Héctor Briceño, coordinador del proyecto Integridad Electoral Venezuela de la Universidad Católica Andrés Bello y profesor del Centro de Estudios del Desarrollo de la Universidad Central de Venezuela.
"Llama la atención que ese estado subrepresentado sea un bastión de la oposición. Luego hay estados como Cojedes, que tiene el 1,1% de la población y el 2,4% de los diputados, es decir que está sobrerrepresentado por dos. Estos estados tienden a ser bastiones del Gobierno", agrega.
Los estados subrepresentados son bastiones de la oposición
Pero esa ventaja no es suficiente. Ante la crisis que está atravesando desde 2014, que lo dejó con los niveles de popularidad más bajos en una década, el gobierno de Nicolás Maduro afronta las elecciones legislativas de este año con un pesimismo creciente. Así lo marcan las encuestas, que vaticinan un rotundo triunfo opositor.
Ante un panorama tan sombrío, el chavismo decidió forzar todavía más las reglas electorales para compensar los electores perdidos. ¿Cómo? Haciendo que los votos oficialistas tengan un plus superior al que ya tenían en las elecciones pasadas.
Para ello no necesita hacer ninguna ley nueva. Ni siquiera cambiar la demarcación de los circuitos electorales. Le basta con manipular las proyecciones de crecimiento poblacional que elabora el Instituto Nacional de Estadística de Venezuela (INE), a partir de las cuales se asigna la cantidad de diputados que elige cada circunscripción.
Un sistema electoral a la medida del Gobierno
La Constitución bolivariana de 1999 disolvió el histórico Congreso venezolano, que se dividía en dos cámaras, una baja y otra alta, y creó la Asamblea Nacional, un órgano legislativo unicameral, con representantes de todas las entidades federales del país. Actualmente está compuesto por 165 diputados, pero como resultado de los ajustes poblacionales, pasarán a ser 167.
Según la Ley Orgánica de Procesos Electorales de 2009, las 24 entidades federales del país tienen una tarifa plana de tres diputados, elegidos de forma proporcional y tomando a toda la entidad como distrito único. Pero adicionalmente, por cada 336.000 habitantes les corresponde un legislador "extra". A entidades muy pequeñas, como Amazonas, no se les agrega ninguno más, pero a Zulia, la más grande, le corresponden 12, que se suman a los 3 que tienen todos.
"La primera gran falla que se observa es el altísimo poder discrecional del CNE"
Esos diputados adicionales no se eligen tomando al Estado como distrito único, sino que se reparten en distintas circunscripciones. En la mayoría de los casos, se armó una circunscripción por cada legislador extra, de modo que los partidos presentan un solo candidato. Pero en otros casos, se diseñaron circunscripciones más grandes y se estableció un sufragio plurinominal, en los que se eligen dos o tres diputados.
¿El criterio para decidir si hacer un circuito electoral uninominal o plurinominal? En algunos casos, el tamaño de los municipios: si una ciudad es tan grande que sin necesidad de combinarse con otra tiene los habitantes para elegir a más de un diputado, se la establece como circunscripción plurinominal. Pero en otros casos el criterio fue la discrecionalidad absoluta del CNE para partir municipios y sumarlos a otros en fórmulas que, generalmente, le permiten ganar más diputados al oficialismo.
"La primera gran falla que se observa en el sistema -dice Briceño- es el altísimo poder discrecional del CNE. Para dibujar una circunscripción no le consulta a nadie, ni tiene mayores ataduras. La ley es muy flexible porque no dice cuándo debe haber circunscripciones plurinominales y cuando uninominales. En 2010, por ejemplo, pusieron a votar dos municipios juntos y la mitad de otro".
Pero este no es un problema de aplicación de la norma. La propia ley estaba pensada para ser usada de esta manera. "El artículo 19 -continúa el académico- dice una cosa que es para creer que se trata de un error de los diputados. En el numeral tres dice: 'Para la elección de los cargos señalados (...) las circunscripciones pueden conformarse por comunidades o comunas, considerando la dinámica política, económica, social y cultural'. ¿La dinámica política? Eso es una locura". Así se legalizó que las circunscripciones se dibujen en función de las tendencias políticas de la población.
La flexibilidad de la ley apaña las maniobras gubernamentales
De esta manera se realizaron las elecciones parlamentarias de 2010. Tibisay Lucena, presidenta del CNE, anunció esta semana que el sistema se mantendría igual y que no se modificaría la traza de los circuitos electorales. ¿Cuál es el gran cambio entonces? Que la ley de 2009 establece que el CNE tiene la potestad de modificar el número de diputados que le asigna a cada circunscripción en función de las proyecciones de crecimiento poblacional elaboradas por el INE.
"El último censo fue en 2011. Sobre esa base se hacen las proyecciones de población para los años siguientes. Para eso es necesario tener datos sobre migraciones internas y externas, cuántas personas se mudan de un municipio a otro y cuántas salen e ingresan al país. El problema es que en Venezuela no hay conocimiento de esa información, porque no hay instituciones que se encarguen de recopilarla", explica Briceño.
"Sin embargo, se establecieron cambios significativos -continúa. No hemos logrado revisarlos en detalle, pero una vista por encima muestra que algunas de las circunscripciones que pierden diputados suelen privilegiar a la oposición. Por ejemplo, en el estado de Miranda le sacan un diputado al circuito 2, que es un tradicional bastión opositor, y se lo suman al circuito 6, que es un bastión del Gobierno".
Se define la cantidad de diputados según proyecciones que nadie comprueba
Las proyecciones del INE para Miranda resultan inexplicables. De acuerdo con el CNE, entre 2010 y 2015, los municipios de Chacao, Baruta y El Hatillo -que componen el circuito 2- perdieron 85.400 habitantes. En cambio, los municipios de Simón Bolívar, Lander, Urdaneta y Cristóbal Rojas, que conforman la región de Valles del Tuy -y el circuito 6- sumaron 124.462 habitantes. Obviamente, el INE no presentó ninguna evidencia o explicación que pudiera dar cuenta de cambios tan significativos en tan poco tiempo.
"Esas proyecciones son manipuladas para alterar la cantidad de diputados electos por circuitos. Es absurdo que Baruta, Chacao y El Hatillo elijan menos diputados que los Valles del Tuy. Son barbaridades numéricas para justificar lo injustificable. Esto lo que expresa es miedo al pueblo", denunció esta semana el secretario ejecutivo de la MUD, Jesús Torrealba.
El proyecto presentado por el CNE le quita al menos cinco diputados a circuitos de tradicional tendencia opositora, y se los suma a circunscripciones fieles al chavismo. En una elección en la que se espera un alto porcentaje de voto castigo, no es algo para nada menor. Si se suma esta nueva trampa a todas las que ya operaron en 2010, todo conduce a que el oficialismo pueda conservar la mayoría en la Asamblea Nacional, a pesar de que ya no parece contar con el apoyo mayoritario de la población.
La Asamblea Nacional aún no aprobó las proyecciones del INE. Pero se descuenta que lo harà
Si todavía se habla de proyecto es porque la Asamblea Nacional aún no aprobó las proyecciones poblacionales del INE. Pero se descuenta que la mayoría oficialista no dudará en hacerlo. Así quedará confirmado el esquema trazado por el CNE para las próximas elecciones parlamentarias que, por cierto, aún no tienen fecha establecida. Porque la estrategia de último recurso del Gobierno, en caso de que el panorama electoral se complique todavía más, es suspenderlas.
"Dado que hay un vacío legal respecto a la fecha de los comicios, algunos voceros de la oposición han alertado respecto a una convocatoria anunciada en el momento en que al oficialismo le convenga desde el punto de vista electoral. Por los momentos anda mal en las encuestas", explica Ignacio Ávalos, coordinador del Observatorio Electoral Venezolano, consultado por Infobae.
"Debo señalar que
, alegando, por ejemplo, la contingencia surgida a propósito del
. Tal decisión tendrá sentido en la hipótesis de un mal pronóstico electoral para el Gobierno", concluye.