Por unanimidad, el Comité de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos aprobó un proyecto de ley que le da al Congreso el derecho de bloquear un eventual acuerdo final sobre el programa nuclear iraní.
Con esto, el Congreso confirma el rol del legislativo en las negociaciones internacionales y logra una voz en éstas, aunque la Casa Blanca –inicialmente reticente- también dio su apoyo a la iniciativa.
El proyecto original, que originalmente ideado por los republicanos y rechazado por el ejecutivo, ha sufrido una serie de modificaciones introducidas por los demócratas que hicieron que la Casa Blanca informe hoy que Obama "podría estar dispuesto" a firmar el texto.
Después de la votación de senadores demócratas y republicanos, el documento deberá pasar primero por el Senado y luego por la Cámara de Representantes.
"Creo que esto pone al Congreso en su papel correcto"
"Creo que esto pone al Congreso en su papel correcto", dijo el senador republicano Bob Corker durante la sesión en el panel, en la que todos los miembros agradecieron el esfuerzo por llegar a un lugar común sobre un asunto tan delicado.
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El proyecto de ley, denominado Corker-Menendez, no se pronuncia sobre el fondo del acuerdo marco alcanzado el 2 de abril en Suiza entre Teherán y el grupo de potencias conocido como 5+1 (China, EEUU, Francia, Reino Unido y Rusia y Alemania).
Por el contrario, el texto impondría un período de espera a Barack Obama entre la firma del acuerdo final y el levantamiento de las sanciones estadounidenses aprobadas en los últimos años por el Congreso.
Promovido principalmente por el presidente del Comité, el republicano Bob Corker, y el demócrata de mayor rango en esa comisión, Ben Cardin, la ley impide que Obama levante cualquier sanción ya en vigor contra Irán mientras el Congreso revisa los contenidos del acuerdo.
Durante 30 días, el Legislativo tendría tres opciones: votar una resolución que aprube el acuerdo, resolver bloquearlo o no hacer nada.
En caso de que el Congreso se oponga al acuerdo, Obama tendría 12 días para expresar su veto, que el Congreso podría levantar dentro de los 10 días siguientes si cuenta con una mayoría de dos tercios.
No obstante, el texto aprobado hoy puede ser modificado con nuevas enmiendas en su debate en el plano del Senado, algo a lo que muchos demócratas se opondrían. Por ejemplo, el texto actual no recoge la exigencia de que Teherán reconozca el derecho a existir de Israel, un pedido del senador y precandidato presidencial Marco Rubio y del senador por Wisconsin Ron Johnson.
El 2 de abril las potencias mundiales fijaron los "parámetros clave" de un eventual pacto sobre el plan nuclear iraní, que serviría de base para un acuerdo que podría firmarse el próximo 30 de junio.
El preacuerdo prevé que el programa de enriquecimiento de uranio del país persa sea limitado y supervisado con "controles estrictos" por un perídodo de hasta 25 años y que el 95% del uranio ya producido por Irán sea diluido o enviado al exterior.
Por otra parte, está previsto que si se aprueba, Estados Unidos y la Unión Europea (UE) eliminarán todas las sanciones contra Irán después de que la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) haya verificado que ese país acata los puntos del acuerdo nuclear.
Días atrás, tanto el presidente Obama como su secretario de Estado, John Kerry, pidieron al Congreso de EEUU que no bloqueen el acuerdo con Irán y que no socave los esfuerzos diplomáticos volcados en el preacuerdo.