Claves para entender la 'Doctrina Obama' en política exterior

Los históricos acercamientos a Cuba e Irán fueron un quiebre en la relación de Estados Unidos con el mundo. Los objetivos de una administración que, a pesar de las críticas, dejará un legado

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 Reuters 163
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"Usted me preguntó sobre la doctrina Obama. Esa doctrina es sencilla: nos comprometemos, pero sin perder ninguna de nuestras capacidades", dijo Barack Obama a Thomas Friedman, el reconocido periodista de The New York Times al que invitó al Salón Oval de la Casa Blanca para explicar las razones del histórico acuerdo con la República Islámica de Irán.

En otro tramo de la jugosa conversación se explayó un poco más sobre el significado de esas palabras. "Por ejemplo Cuba. Podemos probar la posibilidad de un acuerdo que tenga resultados positivos para el pueblo cubano y sin demasiado riesgo para nosotros. Es un país diminuto (...) Y si resulta que después no conduce a nada bueno, siempre podremos ajustar nuestra política", dijo en tono didáctico.

"Lo mismo respecto de Irán -continuó. Un país grande, peligroso, que ha tomado parte en actividades que han resultado en la muerte de ciudadanos norteamericanos. Pero lo cierto es que el presupuesto en defensa de Irán es de 30.000 millones de dólares, y el nuestro está cerca de los 600.000 millones. Irán sabe que no puede pelear contra nosotros".

Muy sucintamente, esa doctrina puede resumirse en una idea: aprovechar la indiscutida superioridad militar de Estados Unidos para "correr el riesgo" de llevar la diplomacia hasta las últimas consecuencias. Porque, a fin de cuentas, siempre podrá apelar a la guerra cuando lo demás haya fracasado.

Con esa premisa, Obama dio más pasos que ningún otro presidente para poner fin a dos de los conflictos más añejos y complejos de la política exterior estadounidense.


 AFP 163
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