Lagomarsino fue a pedir ayuda espiritual a un cura palotino con fama de sanador

Fuentes de la comunidad confirmaron a Infobae que visitó al padre René Cari, un sacerdote con fama de sanador al que le pidió consejos espirituales. Estuvieron reunidos a solas durante dos horas

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 Nicolás Stulberg 162
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Diego Lagomarsino buscó ayuda espiritual. El informático imputado por entregarle al fallecido fiscal Alberto Nisman el arma que acabó con su vida viajó esta semana a la localidad bonaerense de Empalme Lobos, en el partido de Lobos, donde visitó al padre palotino René Cari, párroco de la iglesia San Vicente Palloti, conocido por sus misas sanadoras y su supuesto poder curador.

Según confirmó Infobae de fuentes de la comunidad religiosa, Lagomarsino llegó en un vehículo acompañado de dos guardaespaldas y escoltado por un auto en el que viajaron otros dos custodios. Como quiso pasar desapercibido, fue muy cauto y esperó a corroborar que no había moros en la costa para descender del vehículo.

Las fuentes coinciden en que fue muy amable con los miembros de la comunidad. Finalmente estuvo reunido unas dos horas con el padre Cari, a quien le pidió consejos espirituales.

Lo que hizo Lagomarsino con Cari sería lo que el propio sacerdote con fama de hacer milagros definió en una reciente entrevista como un "tratamiento", que no es otra cosa que una charla individual con personas que tienen problemas de salud o algún drama personal.

Sin embargo, Cari –jujeño y de 45 años– asegura que no hace milagros, sino que brinda "herramientas" para lograr la paz interior. "Soy un instrumento dócil de Dios para hacer el bien. Es increíble las formas que elige Dios para mostrare y que la gente se acerque a él", comentó a Infocañuelas.

Hace unos días, en una entrevista Lagomarsino contó que pensó en suicidarse. Confesó: "Al principio estuve muy mal, pero cuando tenés hijos lo pensás varias veces. Pensé mil veces de qué manera hacerlo para que mis órganos sirvan", reveló. Pero aclaró que un amigo lo ayudó en la parte espiritual. Y remató: "Hubo un cambio grande adentro mío, me hizo seguir".

El periódico local La Palabra le consultó a Cari sobre la visita, pero el cura esquivó la respuesta con diplomacia. "Forma parte de la privacidad de las personas, no puedo por lo tanto decir quién viene a verme o quién deja de hacerlo. Sólo puedo decir que es habitual que venga gente importante o mejor dicho gente conocida. Pero no corresponde que sus nombres se conozcan, no me parece correcto", explicó.

El diario, que incluyó el tema en su tapa de este sábado, advirtió, no obstante, que no es el único "famoso" que se acerca al padre Cari, y que prácticamente todas las semanas recibe visitas de este tipo. Además, unas 400 personas acuden a las "misas de liberación" que encabeza dos veces por semana.

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