La esposa del Sebastián Dávalos, el hijo de la presidente Michelle Bachelet, declaró el miércoles durante nueve horas en la fiscalía de Rancagua, después de lo cual protagonizó un violento episodio, según reportaron medios locales.
Natalia Compagnon abandonó el recinto judicial después de una maratónica declaración rodeada de agentes policiales y en medio de empujones entre periodistas, policías y un grupo de manifestantes que proferían insultos. Finalmente, la mujer logró subirse a un vehículo y retirarse junto a su abogada.
"Fuera, Caval, Vergüenza nacional"
"Fuera, Caval, Vergüenza nacional", cantaban los allí presentes en relación a la empresa de la que Campagnon y Dávalos son dueños.
Compagnon y Dávalos fueron acusados por uso "de información privilegiada" y "trafico de influencias" en un millonario negocio concretado por Caval en febrero.
Por entonces la empresa orquestó la venta por 15 millones de dólares de unos terrenos en el sur de Chile, que meses antes había comprado en 10 millones de dólares. Dichos terrenos fueron vendidos a un valor más alto ante un proyectado cambio en el uso de sus suelos, de agrícola a residencial.
En medio de la campaña presidencial de 2013, cuando Bachelet figuraba como amplia favorita, Dávalos obtuvo el crédito tras reunirse con uno de los dueños del Banco de Chile.
Antes, el financiamiento les había sido negado por otras instituciones financieras por la insolvencia de la compañía.
El caso se conoció en febrero pasado y motivó la renuncia de Dávalos al cargo no remunerado que ejercía en el área social del gobierno de su madre, cuya popularidad ha caído en picada por este caso.
La justicia investiga si hubo tráfico de influencias y uso de información privilegiada para acceder a los terrenos, además de una denuncia por estafa que presentó la empresa que le compró los terrenos a Caval, que alega que se le escondió información al concretar la compra que podría ocasionarle pérdidas.
Paralela a esta denuncia, hace unas semanas comenzó el juicio laboral entre el ex asesor de Caval, Sergio Bustos, y la empresa.
Bustos demandó a la compañía de Compagnón por el no pago de 14 sueldos, correspondientes a unos 325 mil dólares, que debieron ser pagados por las gestiones realizadas previo a la entrega del polémico crédito.