Según los cálculos del estudio privado, "en el segundo semestre de 2013 la pobreza tocó el mínimo de los últimos años al afectar a 'sólo' 21% de la población. Lamentablemente, los desequilibrios acumulados hasta ese momento anunciaban que esa cifra no era sostenible. La corrección cambiaria de enero de 2014 elevó la inflación por encima del aumento de los ingresos, reduciendo el poder de compra de las familias y generando que muchos hogares no tengan los recursos suficientes para comprar una canasta básica".
De ahí que la actualización de la serie determinó para el último año un salto a 27% de la población y de la indigencia a 10%, que se incrementó en 3,3 puntos porcentuales. "El crecimiento es más que importante ya que implica que el año pasado 2,2 millones de personas cayeron en la pobreza y otras 1,2 millones en la indigencia. De esta manera, la pobreza afectó durante el año pasado al mismo porcentaje de la población que en 2009", indica la consultora.
Ecolatina: "la devaluación de enero y la aceleración de la inflación afectó más a los sectores de menores ingresos"
La medición de pobreza según ingresos es una herramienta que permite captar a través del tiempo el impacto directo de determinados sucesos económicos sobre los hogares menos favorecidos (y el diseño de políticas para actuar en consecuencia), como la devaluación y posterior aceleración inflacionaria sobre los hogares de menores recursos.
Con el fin de contar con un estimador más objetivo de la pobreza e indigencia (calculada por ingresos), Ecolatina utilizó sus relevamientos de precios para el cálculo de la inflación para valorizar correctamente la Canasta Básica Total y la Canasta Básica Alimentaria, los cuales definen los umbrales monetarios de pobreza e indigencia y cotejarlos con los datos de ingresos por hogar que brinda la Encuesta Permanente de Hogares del Indec.
Deterioro del poder de compra
"El incremento de la incidencia de la pobreza y la indigencia es lógico si tenemos en cuenta la contracción del ingreso real de las familias, la cual fue particularmente significativa en los sectores más vulnerables (llegó a caer 10%). Esta pérdida de poder de compra obedeció a la aceleración de la inflación (especialmente en los alimentos), lo cual llevó a aumentos muy fuertes en la CBT. En diciembre de 2014, una familia compuesta por dos adultos y dos chicos menores necesitaba $6.780, con un aumento de 42% interanual, para no caer en la pobreza", explicó Lorenzo Sigaut Gravina a InfobaeTV en diálogo con Pablo Wende.
Esta situación llevó a que muchos hogares que estaban cerca de la línea de pobreza vuelvan a caer por debajo de ella, y a que se agrave la situación de las familias que ya eran consideradas pobres (lo que explica el aumento de la indigencia).
El estudio detectó que "la situación es problemática en su conjunto, y particularmente alarmante en algunas zonas del país. En el Noreste la pobreza afecta a 44% de los individuos, se elevó en 5,5 puntos porcentuales en un año; mientras que la indigencia es de 19%. En Cuyo la pobreza llega a 30%, aumentó casi 9 p.p., al tiempo que la indigencia duplicó su incidencia alcanzando 10% de la población".
"Para 2015 esperamos que se modere el incremento de precios, aliviando transitoriamente la situación social. La actual desaceleración inflacionaria es particularmente marcada en el precio de los alimentos. Los datos del primer trimestre del año dan cuenta de esto: la CBA y CBT aumentaron sólo 3,3% y 3,8% respectivamente (cuando en los primeros tres meses de 2014 habían crecido cerca de 18%)", concluyó Gravina.