Las tensiones entre los Estados Unidos y Venezuela y el litigio marítimo entre Bolivia y Chile, entre otros temas, dominarán la agenda de la VII Cumbre de las Américas, que se celebrará entre este viernes y sábado en Panamá.
La asistencia de Cuba por primera vez a un evento de este tipo será especial por el anuncio de su acercamiento con los Estados Unidos y se espera con mucha expectativa el encuentro entre los presidentes Barack Obama y Raúl Castro.
Sin embargo, y en contrapartida con la delegación oficial cubana, un grupo de disidentes participa desde hace unos días de distintas conferencias paralelas. Entre otros, se encuentran en Panamá Rosa María Payá, Guillermo Fariñas, Berta Soler, Manuel Cuesta Murúa, Antúnez y Eliécer Ávila. Todos persiguen un mismo objetivo: que su voz sea escuchada y que se respeten los derechos humanos en la isla.
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"El principal propósito es que la Cumbre de las Américas sea una oportunidad para que se reconozca la legitimidad de la sociedad civil cubana independiente dentro de la isla y en la diáspora como interlocutora válida del pueblo cubano", expresó Manuel Cuesta Morúa, líder del Partido Arco Progresista de Cuba.
Por su parte, Héctor Maseda Gutiérrez, de la agrupación política Liberales de Cuba, subrayó: "Evidentemente el régimen ha preparado una serie de representantes -entre comillas- de la sociedad civil que desde luego responde exclusivamente al Estado y, todos lo demás, pues de una manera o de otra, no pueden estar presentes allí, independientemente de que algunas instituciones y organizaciones que tienen que ver con la Cumbre de las Américas han invitado a algunas personas, incluso dentro de la oposición y dentro de la sociedad civil emergente para que participen".
Jorge Luis García Pérez, más conocido como Antúnez, se mostró preocupado: "Hay que tener mucho cuidado con elementos provocadores del régimen que van a tratar de dividir más a la resistencia cubana. Tenemos que tener mucho cuidado, tenemos que identificar quiénes son nuestros adversarios, que son Fidel y Raúl Castro".
En tanto, el activista de Pinar del Río, Roberto Blanco Gil, comentó: "Nosotros, la sociedad civil, la oposición pacífica y democrática en Cuba, queremos que exista un grupo de personas que defienda los intereses del pueblo".
Uno de los más duros fue sin duda Antonio Rodiles, director de Estado de SATS, quien disparó: "Claramente el régimen, junto con sus aliados regionales, armará una especie de circo donde van a copar todo el evento de organizaciones que respaldan los autoritarismos que están surgiendo en América Latina".
Este miércoles, un grupo de simpatizantes castristas agredió a disidentes que dejaban una ofrenda floral en una de las plazas de la ciudad de Panamá. Los opositores al régimen denunciaron que fue algo armado por el aparato represor del estado cubano.