Trabajadores de las dos empresas dijeron que si llegara a concretarse la solicitud de reducción de personal, más de 1.000 empleados perderían sus puestos. En Ford tienen calificaciones de despidos 256 obreros, mientras que en General Motors hay 856 en las mismas condiciones.
La crisis en la industria automotriz venezolana comenzó en 2008, pero ahora se incrementa por falta de insumos a raíz de las dificultades que tienen las compañías para conseguir moneda extranjera. Damiano Del Vescovo, presidente de Fedecámaras Carabobo, afirmó que durante 2014 las ensambladoras que operan en el país caribeño recibieron un 78% menos de dólares que en 2013.
"No hay una política de estímulo a la producción nacional. En los años de bonanza petrolera prevalecieron las importaciones masivas de vehículos y cuando comenzaron a escasear los dólares, desde la primera crisis en 2008, comenzaron a restringirlos y progresivamente se fue desestimulando la inversión en el sector", dijo Del Vescovo.
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En este sentido, el ejecutivo agregó que desde hace nueve meses algunas automotrices ya dieron licencia a sus empleados abonándoles salarios básicos.
Uno de estos alarmantes ejemplos es el de Ford Motors de Venezuela, que continúa con su producción en stand-by. La compañía le informó el 26 de marzo pasado a sus trabajadores que tendrían un receso de dos semanas y que el 13 de abril solamente regresará un grupo del departamento de Pasajeros, que ensambla las camionetas EcoSport y Explorer y el automóvil compacto Fiesta.
El resto del personal podría regresar a sus puestos de trabajo en mayo, siempre y cuando la materia prima llegue hasta la planta, ubicada en la zona industrial de Valencia, según publica el periódico El Nacional.
Si bien en Ford los empleados regresaron en marzo de sus vacaciones colectivas, que comenzaron en diciembre, apenas trabajaron dos semanas. Y actualmente sólo un grupo del departamento de Mecánica de la fábrica, que agrupa a alrededor de 30 empleados, se mantiene desempeñando sus tareas.
El otro gran afectado
Los obreros de General Motors en la zona industrial de Valencia esperan desde el lunes pasado algún dato que les permita saber si mejorará el panorama. Sólo los empleados del sector de posventa, que se encargan de los repuestos de los vehículos, se encuentran en funciones, aunque al 50% de su capacidad.
Los sindicalistas del lugar señalaron que en la planta donde se ensamblan los vehículos Aveo, Spark y Cruize, la camioneta Orlando y el camión Silverado no se está produciendo ningún automóvil en estos momentos, debido a que la firma no tiene dólares para pagarle a sus proveedores internacionales.
El secretario de Reclamos del sindicato de GM, Fidel Ampueda, dijo que en Puerto Cabello hay material importado por la empresa que
y estos insumos podrían servir para ensamblar unas 1.300 unidades.