El presidente Obama ha sido claro: no permitirá que el acuerdo nuclear con Irán atente contra la seguridad de Israel, un temor que ha alimentado las críticas del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, al acercamiento de Occidente con el régimen de los ayatollahs. El mandatario ha dicho que entiende los miedos de Israel, pero aclaró que está personalmente "comprometido" con la causa de ese país.
"Lo que quiero transmitirles a ellos –aclaró– es que no sólo estoy comprometido absolutamente con asegurarme de que Israel conserve su ventaja militar cualitativa que les permita frenar cualquier potencial ataque en el futuro, sino que también estoy dispuesto a comprometerme al punto de que a todos los vecinos de la región, incluido Irán, les quede claro que si Israel es atacado, nosotros estaremos a su lado. Y yo creo que con eso debería alcanzar para que aprovechemos esta oportunidad que se da una sola vez en la vida, de ver si podemos despejar el tema nuclear de la mesa de negociaciones".
Obama ha hecho declaraciones al periodista Thomas Friedman, del The New York Times, en un largo encuentro en el Salón Oval de la Casa Blanca. El propio Friedman ha dado detalles en una columna publicada en el diario.
"Lo que más me impresionó fue lo que yo llamo 'la doctrina Obama', contenida en las apreciaciones del presidente. Surgió, por ejemplo, cuando le pregunté si había un denominador común en sus decisiones de flexibilizar las añejas políticas de aislamiento a Myanmar, a Cuba y, ahora, a Irán", escribió el periodista.
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Obama apeló a la "abrumadora superioridad" de los Estados Unidos para justificar una estrategia que tiene como eje "correr ciertos riesgos calculados" que lo abran a nuevas posibilidades, por ejemplo, con una política de apertura hacia Cuba o una negociación con Irán y su plan nuclear.
"Somos lo suficientemente poderosos como para probar esas posibilidades sin ponernos en peligro. Y eso es lo que la gente parece no entender", dijo el presidente.
"Somos lo suficientemente poderosos como para probar sin ponernos en peligro"
Irán es "un país grande, peligroso, que ha tomado parte en actividades que han resultado en la muerte de ciudadanos norteamericanos, pero lo cierto es que el presupuesto en defensa de Irán es de 30.000 millones de dólares, y el nuestro está cerca de los 600.000 millones. Irán sabe que no puede pelear contra nosotros. Usted me preguntó sobre la doctrina Obama. Esa doctrina es sencilla: nos comprometemos, pero sin perder ninguna de nuestras capacidades", explicó Obama.
"Irán sabe que no puede pelear contra nosotros"
Durante la entrevista, el mandatario envió un mensaje directo a Israel. "Lo que le diría al pueblo de Israel -dijo- es que no existe una fórmula, no hay una opción más efectiva para impedir que Irán construya armas nucleares que la iniciativa diplomática y el acuerdo-marco que hemos presentado, y eso es demostrable".
Obama pidió entonces una oportunidad para poner a prueba su estrategia de acercamiento con Teherán. "Si podemos resolver esos problemas por la vía diplomática, es probable que nos sintamos más seguros, que tengamos más seguridad y que estemos en mejor situación de proteger a nuestros aliados, ¿quién sabe? Irán tal vez cambie. Y si no cambia, nuestro poder de disuasión, nuestra superioridad militar sigue en pie".
"Si Irán no cambia, nuestra superioridad militar sigue en pie"
El presidente aclaró a Friedman que su política exterior no es antiisraelí, y manifestó su "desasosiego" por las críticas que recibe. "Ése es un aspecto del que realmente me ocupé", dijo el presidente. "Israel es una democracia sólida y combativa. Tenemos muchas cosas en común. Compartimos la sangre, las familias. Y si las relaciones entre los Estados Unidos e Israel han sido siempre tan especiales se debe en parte a que trasciende a los partidos políticos, y creo que eso hay que preservarlo", explicó.
"Israel es una democracia sólida y combativa. Tenemos muchas cosas en común"
"Tengo que tener la posibilidad de no estar de acuerdo con la política de los asentamientos –agregó, en referencia a una de sus opiniones más críticas hacia el gobierno de Netanyahu–, sin que por eso se diga que me opongo a Israel. Y el primer ministro Netanyahu tiene que tener la posibilidad de no estar de acuerdo políticamente conmigo, sin por eso ser visto como antidemócrata".
El acuerdo con Irán, ha dicho Obama, "ha sido de las cosas más difíciles que me ha tocado hacer, por la profunda afinidad que siento por el pueblo de Israel y por el pueblo judío. Han sido días difíciles".