El ministro de Hacienda de Brasil, Joaquim Levy, afirmó hoy que el gobierno de Dilma Rousseff está "cortando la carne" para hacer ajustes. El funcionario argumentó que hubo una caída del 30% del gasto discrecional, que, según dijo, seguirá bajando hasta llegar a los niveles de 2013.
"Es una señal de la disciplina del esfuerzo del Gobierno, que está llevando adelante un ajuste recortando gastos", indicó durante una audiencia de la Comisión de Asuntos Económicos del Senado. "Nuestros equipos están pasando el peine fino a todo", agregó Levy.
"Nuestros equipos están pasando el peine fino a todo"
El ministro aseguró, además, que se llevarán a cabo medidas para cumplir con la meta de superávit fiscal de 2015. "Estamos vigilando los ingresos tributarios y tomaremos medidas, en caso de ser necesario, para evitar que las recaudaciones fiscales no sean suficientes para cumplir con nuestro objetivo", indicó.
Los ingresos tributarios han sido menores de lo esperado en los últimos meses, a medida que la economía de Brasil se acerca a una recesión. El déficit presupuestario primario del país en los últimos 12 meses hasta febrero subió al 0,7 por ciento del PIB, alejándose más del objetivo de Levy de un ahorro de 1,2 por ciento.
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La balanza presupuestaria primaria mide los ingresos frente a los egresos antes de pagos de intereses y es considerada una lectura clave sobre la calificación crediticia del país. Levy dijo que el Gobierno evitará crear nuevos impuestos y que se concentraría en ajustar los que ya se están aplicando.
Sin medidas de austeridad fiscal, Brasil podría perder su estatus de grado de inversión
Sin medidas de austeridad fiscal, Brasil podría perder su estatus de grado de inversión, según advirtió el ministro. Hacienda ya ha incrementado los impuestos al combustible, a la renta y a los préstamos al consumidor desde que Levy asumió su cargo en enero.
Muchas de estas medidas requieren la aprobación del Congreso, pero legisladores de la coalición de gobierno han intentado diluir o incluso bloquear proyectos por considerar que perjudican a los trabajadores y las empresas.
Brasil registró un déficit primario de u$s721 millones de dólares en febrero
El sector público de Brasil registró en febrero un déficit primario fiscal consolidado de unos 721 millones de dólares, resultado que redujo el superávit de los dos primeros meses del año, según informó hoy el Banco Central.
El resultado de febrero contrasta con el histórico superávit de 6.517 millones de dólares de enero, que fue el mayor saldo en los últimos 14 meses y coincidió con las primeras medidas de ajuste adoptadas en el inicio del segundo mandato de Rousseff.
En lo que va del año, el superávit primario acumulado es de unos 5.816 millones de dólares, un 14,93% menos en comparación con los dos primeros meses de 2014. En los últimos 12 meses, el saldo entre los ingresos y los gastos del sector público acumula un déficit primario de u$s11.076 millones, equivalente a un 0,69% del producto interno bruto (PIB) y un 14% superior al interanual que se tenía en enero.
El resultado primario en las cuentas públicas es la diferencia entre los ingresos y los gastos del gobierno central, de las administraciones regionales y de las empresas estatales sin tener en cuenta los recursos destinados al pago de intereses de deuda. Este indicador es la referencia utilizada en Brasil para medir la salud de las cuentas públicas.