La investigación por la muerte de Alberto Nisman sigue su curso, pero a dos meses del hecho todavía no está claro siquiera si el ex fiscal especial para la causa AMIA se suicidó o fue asesinado de un disparo en la cabeza.
El paso del tiempo y la indefinición de la pesquisa no hacen más que potenciar la desconfianza entre las partes: Sandra Arroyo Salgado no cree en Viviana Fein y Diego Lagomarsino mira de reojo a ambas.
La ex mujer del fallecido funcionario judicial no dudó cuando le preguntaron si desconfía de la fiscal a cargo del caso: "Sí, ya pasó que el día de la muerte de Nisman no le dijo a la madre y a la hermana que tenían derecho a poner sus peritos en la autopsia. Era su deber".
"La autopsia está filmada, pero no tiene audio, que es fundamental para conocer por qué los peritos llegan a sus conclusiones. ¿Quién ordenó que no se grabara el audio?", disparó en declaraciones al diario La Nación.
Consultada sobre por qué pide que Fein sea apartada de la investigación, la jueza federal de San Isidro fundamentó: "Por su conducta en el expediente y en los medios. Tiene un interés manifiesto en el resultado. Actúa con falta de objetividad, legalidad y oficialidad. Se aferró a la hipótesis del suicidio".
La desestimación judicial de la denuncia que Nisman realizó antes de morir también motivó una reflexión de Arroyo Salgado: "Nos duele. Por lo que supe del fallo, si el voto de la mayoría se instala como jurisprudencia, deberíamos desestimar el 80% de las causas que nos llegan. Respeto el trabajo de los fiscales Gerardo Pollicita y Germán Moldes (los funcionarios que apelaron la resolución) y la decisión de los jueces. Pero a nivel institucional, esto no contribuye a la credibilidad de nuestras decisiones judiciales".
Contragolpe a la jueza
La ex esposa de Nisman le genera desconfianza a Diego Lagomarsino: el hombre que le dio el arma de la que salió el disparo mortal le respondió a la magistrada, quien promovió el allanamiento de su departamento: "No sé qué estoy ocultando, tal vez ella está ocultando algo".
El ex empleado del funcionario judicial aseguró -en declaraciones al diario mencionado- que jamás tuvo nexos con los servicios de inteligencia. Y remarcó que no esconde nada. Siente que tal vez es simplemente "un pelotudo" que sin esperarlo quedó en medio de una muerte que todavía no puede creer.
La fiscal Fein también mira con resquemor a Arroyo Salgado, cansada de ser cuestionada públicamente por la madre de los hijos de Nisman. En más de una ocasión se enviaron mensajes cruzados a través de los medios de comunicación. Y parecen lejos de firmar la paz.