La economía de Brasil creció un 0,1% en 2014, con lo que superó levemente lo esperado, pero la baja en la inversión y en el gasto del Gobierno establecen las bases para lo que la mayoría de los observadores espera sea una dolorosa recesión en 2015.
La modesta expansión del año pasado fue de todas formas la peor actuación de la principal economía de América Latina desde 2009 y fue desestimada en gran medida por los inversores, que siguen preocupados por el aumento del desempleo y la inflación, además de por los problemas políticos del gobierno de Dilma Rousseff.
La economía de Brasil creció un 0,3 por ciento en el último trimestre de 2014 en comparación con los tres meses previos, superando los pronósticos de una contracción de un 0,2 por ciento, según datos del estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
Sin embargo, la inversión bajó un 0,4 por ciento en el último trimestre de 2014.