El copiloto Andreas Lubitz, señalado hoy por la Fiscalía de Marsella como quien accionó el descenso del avión de Germanwings y provocó la muerte de 150 personas, tenía 28 años y una experiencia de sólo 630 horas en el Airbus 320.
Según revela el diario británico Daily Mail, en 2008 debió posponer su entrenamiento como piloto por problemas psicológicos. La revelación, que se transformó en parte central de la investigación, llegó por un amigo. "Estaba muy deprimido", confió.
La revelación plantea serios cuestionamientos sobre por qué se le permitió continuar su formación y si se ha hecho lo suficiente para prevenir el desastre.
Autoridades de la aerolínea confirmaron que Lubitz se había tomado varios meses de licencia e, incluso, debió retomar su entrenamiento una vez reincorporado, pero insitieron en que estaba "100% en condiciones de volar".
El diario, además, detalló que sus padres sólo descubrieron que su hijo era un asesino en masa pocos minutos antes de la rueda de prensa encabezada por el fiscal de Marsella.
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Nacido en Montabaur, Alemania, Lubitz pertenecía a un club de aviadores local, el LSC, el cual colocó en su portal un aviso de pésame por su fallecimiento en la tragedia en los Alpes franceses. "Andreas se convirtió en un miembro del club para llenar su sueño de volar", señala el sitio.
Asimismo, el club expresó su "profundo dolor" y "gran tristeza" en su página web.
Varios medios alemanes afirman que era originario de la población de Montabaur (unos 13.000 habitantes), en la región de Renania-Palatinado. Según la alcaldesa de esa localidad, Gabriele Wieland, vivía en el pueblo en casa de sus padres, aunque también tenía vivienda en la ciudad de Düsseldorf, donde debía aterrizar el avión siniestrado.