Hombres armados emboscaron, la noche del jueves, a un convoy de la Gendarmería en el oeste de México y desataron un enfrentamiento en el que murieron cinco uniformados, tres supuestos agresores y otras dos personas ajenas al choque, informaron este viernes autoridades.
"Se reporta el fallecimiento de cinco elementos de la División de Gendarmería de la Policía Federal y de tres civiles, cuyos cuerpos portaban fornituras con cartuchos y equipo táctico", además del deceso de dos personas que, al parecer, eran ajenas al enfrentamiento registrado en el municipio de Ocotlán, indicó la Comisión Nacional de Seguridad (CNS) en un comunicado.
Otros ocho gendarmes resultaron heridos en la balacera de Ocotlán (estado de Jalisco).
El choque se originó durante un patrullaje de siete unidades de la Gendarmería por el centro de Ocotlán, situado a 80 km de Guadalajara -capital de Jalisco-, cuando fueron atacados a tiros desde un vehículo.
"Al lugar se aproximaron otros individuos armados, a bordo de al menos una decena de vehículos, quienes también accionaron armas de alto calibre" contra los gendarmes, describió la CNS.
En el lugar de la emboscada fueron incautadas siete armas largas y cuatro granadas de fragmentación, además de cinco vehículos presuntamente empleados por los agresores.
La Gendarmería es un cuerpo de seguridad creado por el presidente Enrique Peña Nieto el año pasado para proteger del crimen organizado sectores económicos clave.
La CNS no detalló qué grupo sería responsable del ataque pero en esa región, con costas sobre el océano Pacífico, opera el pujante cártel de Jalisco Nueva Generación.