El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y la canciller alemana, Angela Merkel, abordaron este miércoles en una conversación telefónica la crisis en Ucrania y la situación griega.
"Los dos líderes convinieron en la necesidad de una implementación rápida y completa de los tres acuerdos de Minsk para alcanzar una resolución del conflicto pacífica y duradera", explicó la Casa Blanca en una nota en referencia a la crisis ucraniana.
"Asimismo insistieron en que no habrá alivio de las sanciones impuestas a Rusia hasta que haya cumplido con todos sus compromisos de Minsk", añade la nota.
En el mismo sentido se pronunciaron el vicepresidente estadounidense, Joe Biden, y el presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, que abordaron la crisis en otra llamada telefónica este martes.
"Los líderes convinieron que mientras Rusia continúe alimentando la violencia e inestabilidad en Ucrania, la comunidad internacional debe estar preparada para incrementar los costes para Rusia por actuar de ese modo", explicó la Casa Blanca.
Los mandatarios conversaron en el día en que Crimea y el puerto de Sebastopol, base de la Flota del mar Negro y "joya" rusa en esa península, celebraron el primer aniversario de su anexión a Rusia acompañados por una masiva concentración de respaldo en la plaza Roja de Moscú.
Por otro lado, Obama y Merkel analizaron los "últimos acontecimientos en Grecia", así como los "esfuerzos para alcanzar un acuerdo pragmático que permita al país volver a crecer dentro de la zona euro", señala la nota de la Casa Blanca.
Este jueves el primer ministro de Grecia, Alexis Tsipras, mantendrá una reunión en Bruselas con los líderes de Alemania, Francia, la Comisión Europea (CE) y el Banco Central Europeo (BCE), en la que participará el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem.
Obama y Merkel buscan alcanzar un acuerdo pragmático que permita a Grecia "volver a crecer dentro de la zona euro"
Este encuentro ha sido organizado a petición del líder de Syriza para abordar la situación de Grecia y las negociaciones que mantiene con sus acreedores internacionales al más alto nivel político.