El cepo cambiario volvió a concentrar la discusión en los paneles de la Expo EFI 2015, en el Hotel Hilton de Puerto Madero. Con distintas visiones, los economistas aludieron a medidas necesarias para salir de las restricciones al flujo de capitales, entre las que se enumeraron el cuidado por el valor de la moneda, el superávit fiscal y el regreso a los mercados internacionales de deuda.
Diego Giacomini dijo que "este Gobierno puso el cepo porque sobraban los pesos, que iban contra reservas del Banco Central, que las tiene que vender al tipo de cambio fijo. Y el BCRA no estaba dispuesto a perder reservas. La única alternativa es liberar el tipo de cambio que flote y responda. Pero si sobra el 5% del PBI en pesos, el dólar va a subir considerablemente".
"Al 10 de diciembre no voy a saber cuántas reservas voy a tener ni cuántos pesos van a sobrar. Ergo, no voy a saber cuándo levantar el cepo. Hay que 'sacar' los pesos que sobran. Cuantos más pesos sobren y menos reservas, se necesita más tiempo para levantar el cepo", razonó Giacomini.
El economista Jorge Ávila expresó que "el riesgo argentino ha sido una fenomenal trituradora de riqueza en los últimos 30 años", por cuanto propuso "poner a franjas importantes de la economía a salvo de las arbitrariedades" de los gobiernos.
El docente de la UCEMA, con un máster de la Universidad de Chicago, recomendó una "desnacionalización de las instituciones económicas del país, término que a mucha gente le cae mal. Entiendo por desnacionalizar, y no encuentro un sinónimo mejor, quitarle atribuciones al gobierno nacional".
En el extremo opuesto del cepo cambiario, Ávila extendió su concepto de "desnacionalización" a la moneda local, para lograr "una estabilidad monetaria a través de una moneda indevaluable de reserva", como hizo Ecuador con el dólar norteamericano.
Diego Giacomini enfatizó que "la reforma fiscal es la piedra angular de todos los problemas, porque para que haya política monetaria prudente, con 3 a 6 por ciento de inflación anual, no tiene que haber dominancia fiscal, con un sector público que obligue a emitir pesos para financiar el exceso del gasto público".
"Tiene que haber superávit fiscal y hay que reformar la Carta Orgánica del Banco Central, para que su objetivo sea preservar el valor de la moneda y que no haya inflación", a la vez que "hay que hacer un ajuste del 6% del PBI", describió Giacomini. "Este ajuste no es recesivo, es virtuoso", pues van a crecer los valores de los activos reales argentinos, como los financieros.
"El crecimiento se tiene que basar en el ahorro y no en el consumo", explicó Diego Giacomini, quien recordó que el PBI per cápita de la Argentina asciende a u$s12.800, "un 14% más bajo que en 1998", mientras que "el resto de la región creció 72%, porque aplicamos un programa económico diferente al de la región". "Si no hubiéramos tenido cepo, hoy el PBI per cápita estaría entre 21 mil y 23 mil dólares. Hubo un costo en materia de nivel de vida muy importante", manifestó el experto.
A su vez el ex secretario de Finanzas Guillermo Nielsen indicó que para que regrese el crédito que permita revitalizar un sector clave como el de construcción y el mercado inmobiliario "la clave es que haya financiamiento a largo plazo. Si la economía está ordenada y no hay fiscales, hay posibilidades de crear un mercado de deuda a largo plazo".
Nielsen subrayó la importancia de un marco como el que establece la Ley 24.441, que regula el financiamiento para la vivienda a través de fideicomisos financieros. "No es un tránsito rápido, pero no hay solución genuina al tema del crédito hipotecario si no hay estabilidad. Es central, porque implica disciplina a largo plazo, con un potencial enorme", consideró Nielsen.
En su visión de liberalizar la economía, Jorge Ávila puntualizó que "sacar de la jurisdiccón argentina amplias franjas de la economía argentina" también involucra "desnacionalizar en materia de comercio exterior" que "implica supranacionalizar", continuó Ávila, quien dio como ejemplo los tratados de libre comercio como una vía para superar las intervenciones y controles oficiales que afectan a la producción.
En materia impositiva, Ávila consideró que "descentralizar la recaudación tributaria" significa "hacer responsables a los gobiernos provinciales y eventualmente a los municipales" tanto de administrar como de obtener los recursos con los que se financian. El objetivo en este caso es alcanzar "una baja de la presión tributaria y promover una democracia más efectiva. Desnacionalizar es provincial la recaudación impositiva".