Mientras que activistas sirios denunciaron que la fuerza aérea siria atacó una localidad del norte del país con cloro y mató a seis personas, un oficial del Ejército negó de inmediato las acusaciones y responsabilizó del incidente a los rebeldes que luchan para derrocar al presidente Bashar al Assad.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña, y los Comités de Coordinación Local dijeron este martes que el ataque del lunes por la noche tuvo como objetivo la localidad de Samrin. Ambas organizaciones apuntaron, además, que docenas de personas resultaron heridas.
Un funcionario de la oposición en la zona dijo que se habían producido dos ataques, uno contra rebeldes y otro que alcanzó una zona residencial. Los seis fallecidos, entre los que había tres niños, eran miembros de una misma familia, agregó.
El funcionario habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado a hablar con periodistas.
En las redes sociales circulan imágenes de la atención a los supuestos damnificados, cuya autenticidad no se pudo verificar. En el video se ve a una persona mayor y tres menores siendo atendido en una unidad hospitalaria.
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