El presidente venezolano Nicolás Maduro anunció para este lunes la instalación de 20.000 lectores de huellas digitales en todas las cadenas oficiales de alimentos y algunas privadas para combatir el contrabando que azota al país y por el que responsabiliza al empresariado de que esté provocando la escasez.
"Se instalarán más de 20.000 captahuellas en todo el sistema socialista para garantizarle al pueblo su alimento", señaló Maduro durante la inauguración de un mercado estatal en el estado de Miranda. "Es una gran noticia para Venezuela. Vamos a vencer a los contrabandistas; no podrán más los capitalistas, los ladrones. Vamos a vencer la guerra económica, por fases, con fuerza", expresó.
"Vamos a vencer la guerra económica".
Las llamadas "captahuellas" son sensores de identificación biométrica empleados en las elecciones venezolanas, y que en el caso de la venta en supermercados detectarán cuando una persona ya compró productos en las redes públicas de supermercados y abastos, que venden con un amplio subsidio, para evitar que lo hagan en repetidas ocasiones.
Los captahuellas sirven para controlar el acceso de cada comprador a diferentes víveres, entre ellos, los alimentos básicos, como leche y harina, y a productos de aseo, que desde hace meses escasean en Venezuela y motivan largas filas en las entradas de los supermercados.
Los primeros intentos del Gobierno de imponer el uso de captahuellas fueron hechos a mediados de 2014, en medio de una severa crisis de desabastecimiento de al menos un tercio de los productos básicos, y una inflación que cerró en 68,5% en 2014 y en 56,2% en 2013.
LEA MÁS: La SIP condena la persecusión contra líderes opositores en Venezuela
LEA MÁS: Nicolás Maduro fantasea con una insurrección mundial "si el imperialismo toca a Venezuela"
Las máquinas serán instaladas, además de los mercados que pertenecen a la red estatal, en siete grandes cadenas privadas, que se sumaron a la iniciativa de manera "voluntaria" tras reunirse con el gobierno, según explicó Maduro.
En algunos establecimientos, sólo se puede comprar según el número en que termina el documento de identificación
La oposición ha rechazado el uso de este mecanismo a la vez que alega que es una replica de la "libreta de racionamiento cubana" y afirma que la escasez es producto de las malas políticas económicas que han acabado con la producción local.
De hecho, el anuncio forma parte de un grupo de medidas implementadas para combatir el contrabando, especialmente en la frontera con Colombia. En algunos establecimientos, desde hace meses, por ejemplo, los compradores sólo pueden acudir por días dependiendo del número en el cual termina su documento de identificación.
Con una inflación desbocada, Venezuela afronta una profunda recesión económica, impulsada, entre otras razones, por el rígido control de precios que desestimula la producción local y por la baja en los precios del petróleo.