Cuatro trabajadores de una mina de oro y plata que funciona bajo concesión de una empresa canadiense, fueron aparentemente secuestrados en la madrugada del viernes, en una peligrosa zona del convulsionado estado de Guerrero, en el sur de México, informó el sábado la fiscalía estatal.
Autoridades ministeriales iniciaron una investigación "con motivo de la posible privación ilegal de la libertad de cuatro trabajadores de la mina de la empresa Gold Corp", dijo la fiscalía en un comunicado de prensa.
Los cuatro trabajadores habrían sido capturados cuando se dirigían a sus casas, luego de concluir el turno de la noche, en el municipio de Zumpango de Neri.
La mina está ubicada muy cerca de Iguala, la ciudad en la que desaparecieron el 26 de septiembre pasado 43 estudiantes de la escuela para maestros rurales de Ayotzinapa, que según la fiscalía federal habrían sido masacrados, incinerados y sus restos arrojados a un río en el vecino municipio de Cocula.
Estas localidades, ubicadas entre las montañas de la Sierra Madre del Sur, viven bajo la permanente amenaza de las violentas organizaciones criminales locales que se dedican a secuestrar y extorsionar a pobladores y comerciantes, además de mantener una encarnada disputa por el negocio en torno a la comercialización de la cocaína.
La imponente mina de oro y plata que inició operaciones en 2007, operada por la canadienses Gold Corp, registró en 2014 una producción de 258.700 onzas de oro y se estima que en 2015 esta cifra se incrementaría a 265.000 onzas, según información publicada en su página de internet.
El 7 de febrero pasado un representante de otra firma canadiense, que opera una mina de oro en Cocula, denunció que entre 10 y 15 de sus trabajadores habían sido privados de la libertad.
Un día después militares ubicaron en esa localidad a diez personas que denunciaron haber sido secuestradas y detuvieron a tres presuntos secuestradores, pero los uniformados dijeron desconocer sí las víctimas eran trabajadores de la mina.
La minera canadiense Torex Gold dijo en su momento que una de estas personas era un empleado de esta mina, mientras que otros tres trabajaban para contratistas de la misma empresa.
Las disputas entre las organizaciones criminales en Guerrero por la producción de amapola y el acopio de goma opio generaron desde 2010 una escalada de violencia en esas comunidades rurales de la sierra, en las que los secuestros y extorsiones están dirigidos muchas veces a los pobladores que reciben regalías de las minas.