Comercios que ofrecen las más variadas y coloridas especias, rebosantes de clientes que compran, pasean, degustan los manjares más deliciosos y se detienen a leer libros. Ésa es la imagen que el ISIS quiere mostrar de cómo es la vida cotidiana en Mosul.
Los yihadistas también han destrozado el museo de la ciudad, que albergaba esculturas milenarias y quemado miles de libros considerados "no islámicos".