Con flores, retratos y pancartas con la leyenda "no tengo miedo", miles de rusos marcharon el domingo por las calles de Moscú en recuerdo del político opositor Boris Nemtsov, cuya asesinato estremece a la oposición.
Vladimir Putin ha intimidado a sus adversarios políticos con cárcel y exilio desde las protestas masivas de Moscú en 2011 y 2012. Nemtsov, de 55 años, era uno de los pocos dirigentes que no lo había permitido.
Los manifestantes marcharon al puente cerca del Kremlin donde Nemtsov fue abatido el viernes poco antes de la medianoche. La multitud, que coreaba "no olvidaremos, no perdonaremos", ocupó toda la calle junto al río Moscú. Reinaba un ambiente sombrío y había una fuerte presencia policial en las calles.
"Espero que no nos asustemos, espero que continuemos la tarea de Boris"
Ilya Yashin, amigo de Nemtsov y también dirigente opositor, expresó la esperanza de que el asesinato no asuste a la gente. "Esencialmente es un acto de terror. Es un asesinato político destinado a asustar a parte de la población que apoyaba a Nemtsov y no estaba de acuerdo con el gobierno", dijo Yashin.
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Mijail Kasyanov, un ex primer ministro que pasó a la oposición, dijo en un discurso que el asesinato debería ser un punto de inflexión "por la simple razón de que la gente que creía que podía seguir tranquilamente en su cocina discutiendo los problemas con su familia ahora empezará a pensar en todo lo que sucede en nuestro país".
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La Comisión de Investigaciones dijo que apuntaba a desestabilizar la situación política en Rusia y que Nemtsov era "una víctima a sacrificar para aquellos que no descartan método alguno para alcanzar sus fines políticos".
Esta sugerencia se hacía eco de declaraciones del vocero de Putin y otros políticos oficialistas, de que el asesinato fue una "provocación" contra el Estado. Los comentaristas de la televisión estatal coincidieron en que el asesinato servía a los intereses de los enemigos de Rusia.
Yashin sostuvo que el gobierno y Putin en concreto, eran políticamente responsables de la muerte de Nemtsov: "Fue el presidente Putin quien creó este ambiente de odio en nuestro país, el ambiente de intolerancia que de alguna manera se materializó en la bala que mató a mi amigo Boris Nemtsov".
La propaganda del Kremlin había identificado a Nemtsov ente los cabecillas de una "quinta columna" de traidores al servicio de las potencias occidentales hostiles.