Una película de terror, suspenso y triste final también. Una vez más, al equipo dirigido por Marcelo Bielsa se le escaparon puntos importantes en el último lapso del encuentro. Hacía tres que venía empatando: ante Rennes logró el 1-1 tras estar abajo, pero más tarde le igualaron 2-2 sobre la hora, contra Reims y Saint Etienne. Estaba obligado a sumar una victoria de local, pero no pudo ser...
Todo arrancó de manera óptima para los del "Loco", que a los 2 minutos contaron con un penal que fue marrado por Batshuayi, el reemplazante del goleador Gignac. El encuentro se hizo de ida y vuelta, con tiros en los palos de ambos lados y situaciones de riesgo, tal como se plantean a menudo los duelos que tienen como protagonista a un elenco dirigido por el entrenador rosarino, que de vuelta tuvo un percance con un vaso de café.
Y en la primera parte, Ayew capturó un rebote del arquero para quebrar el cero en el estadio Vélodrome. Ya en el complemento y sin el argentino Lucas Ocampos (fue titular) en cancha, fue justamente el atacante francés Gignac quien, un par de instantes después de haber saltado desde el banco, aumentó la ventaja. Hasta allí, todo redondo, aunque 6 minutos después, el marcador reflejaría un 2-2, por las conquistas de Seube y el "criollo" Emiliano Sala.
Las acciones entraron en una anarquía total y cualquier cosa podía pasar. Dentro de esa alternativa, fue Benezet el que sacó provecho y liquidó el pleito a favor de los visitantes, que celebraron en cinco de sus últimas seis presentaciones y continúan escalando posiciones. La amargura para el Olympique, por seguir a cuatro unidades del puntero Lyon, que todavía debe jugar. El sueño de título se aleja...