La inestabilidad política en Siria y en Irak ha sido uno de los factores que explican la expansión del Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) y cómo ésta ha desembocado en profundos cambios geopolíticos en Medio Oriente. Así lo asegura un artículo de la revista especializada DEF, en el que se analizan, además, las pujas dentro del islam y los desafíos abiertos para Occidente.
Violencia y sectarismo
"Se trata de un movimiento que ha surgido en pleno conflicto sectario, que vive del sunismo despreciado y castigado en el nuevo Irak y en rebelión en Siria, frente a los chiítas", opina el investigador Andrés Ortega.
LEA MÁS: Polémica visita a Ahmadinejad de humorista francés negador del Holocausto
LEA MÁS: ISIS responde a Hollywood y presenta a su propio "francotirador"
De acuerdo con el mismo artículo, uno de los factores que definen a ISIS está vinculado con su horizonte expansivo. Los yihadistas ya no limitan sus aspiraciones a un territorio de la antigua Mesopotamia, sino que buscan que el califato esté presente, en tanto Estado, en la mayor cantidad de territorios posibles.
"A los cristianos se les ofrece elegir entre el pago de un impuesto, la conversión al islam o la expulsión"
DEF replica a su vez la opinión del especialista Ignacio Álvarez Ossorio, profesor de Estudios Árabes e Islámicos de la Universidad de Alicante, sobre las alternativas que ofrece ISIS a quienes profesan otras religiones en sus territorios: "A los cristianos se les ofrece elegir entre el pago de un impuesto, la conversión al islam o la expulsión. Otras religiones minoritarias, como el yazidismo, han corrido todavía peor suerte al no ser consideradas religiones monoteístas, (...) por lo que debem ser, lisa y llanamente, erradicadas de la faz de la Tierra".
Barbarie
Desde el 29 de junio de 2014, día en que su máximo líder -Abu Bakr al Baghdadi- fue proclamado "emir y califa de todos los musulmanes", fueron ejecutadas al menos unas 2.000 personas, de acuerdo con los datos de el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH). Amnistía Internacional (AI), por su parte, ha denunciado que existe una campaña sistemática de limpieza étnica en el norte de Irak.
Las máximas víctimas de las atrocidades de ISIS han sido las mujeres y las niñas, sometidas a abusos y violaciones, matrimonios forzados o incluso vendidas como esclavas sexuales, informa DEF.
Combatientes extranjeros
No es una novedad que el Estado Islámico ya se ha convertido en un polo de atracción para el extremismo islámico en todo el mundo. Unos 3.000 ciudadanos de países occidentales, entre ellos el Reino Unido, Bélgica, los Países Bajos, Alemania y Francia, viajan cada mes para entrenarse y unirse a sus filas.
Un informe elaborado sobre la situación Siria, puntualmente, da cuenta de la presencia en el territorio de combatientes extranjeros provenientes de al menos 81 países. Aunque la mayoría pertenece al mundo árabe, también los hay de EEUU, Canadá, Australia y Nueva Zelanda, además de Europa.
El atentado contra la revista satírica Charlie Hebdo y su secuela en dos tomas de rehenes en los días subsiguientes dan cuenta de las primeras repercusiones de esa expansión del yihadismo, afirma DEF.
Medio Oriente y su reconfiguración geopolítica
El analista Anthony H. Cordesman responsabiliza por igual al gobierno del ex premier iraquí Nouri al Maliki y al del presidente sirio, Bashar al Assad, por la expansión de ISIS. Con relación a la situación en Irak, Cordesman afirma que el reforzamiento de los chiítas en el Gobierno y sus vínculos con Irán "provocaron la desafección de los sunitas y la exacerbación de las tensiones".
Sobre Siria, el especialista opinó que "la guerra civil iniciada en 2011 ya había dividido efectivamente al país entre una facción liderada por Al Assad y una mezcla de más de 70 facciones dominantemente sunitas". Esta división interna, sumada a la intervención de Hezbollah y al involucramiento de Rusia en el conflicto, es la que ha dado a ISIS una base estratégica en su avance hacia Irak, explica el artículo de DEF.
Los refugiados y desplazados también aportan un elemento de desestabilización y tensiones al ya delicado tablero regional, al aumentar la presión económica y de seguridad en países como Líbano, Turquía, Jordania y los Estados árabes del Golfo.
Estados Unidos y los desafíos de Occidente
Además de la amenaza que representan Siria e Irak para Estados Unidos, Anthony Cordesman recomienda considerarlo como un conjunto de oportunidades. El investigador aconseja que el país continúe trabajando con sus aliados árabes, apostando a la llamada "guerra de desgaste" contra Siria e Irán, y que logre demostrar que existe una clara alternativa al extremismo islámico.
"Estados Unidos deberá prepararse para lidiar con múltiples crisis en Medio Oriente, por lo menos, durante la próxima década" y el resultado final requerirá "paciencia y realismo estratégicos".