El Paris Saint Germain venía de dos igualdades al hilo (una por la Ligue 1 y otra por Champions League) y debía recuperarse de inmediato para no perder terreno en el ambiente doméstico. Presentándose un día antes que sus directos competidores, el entonces líder Lyon y el Olympique Marsella de Marcelo Bielsa; los parisinos estaban prácticamente obligados a triunfar para subirse a lo más alto y tirarles la presión a los otros candidatos.
Y de la mano de un jovencito de 19 años, Adrien Rabiot -que aprovechó al máximo la compañía de las grandes figuras-, logró hacer bien sus deberes. Con un Javier Pastore muy participativo (que de hecho estuvo involucrado en la apertura del marcador), el primer festejo llegó luego de una lujosa asistencia de taco de Zlatan Ibrahimovic. Fue la propia 'perla francesa', quien estiró la ventaja, luego de una asistencia del ex Huracán.
Cuando el rival intentaba responder y descontaba por intermedio de Wissam Ben Yedder, aparecería entonces Thiago Silva para derrumbar las ilusiones rivales y decretar el 3-1 final. De esta manera, el PSG -que también contó con la titularidad de Ezequiel Lavezzi- quedó como único líder con 52 unidades, una más que el Lyon (recibirá mañana a Nantes) y tres más que el elenco de Bielsa (visita al Saint Etienne).