El líder opositor venezolano Leopoldo López cumple un año preso y todavía se encuentra en proceso de juicio por los delitos de instigación pública, agavillamiento (asociación para delinquir), daños a la propiedad e incendio.
En diálogo con El Nacional, la esposa de López, Lilian Tintori, comentó sus sensaciones frente al triste aniversario: "El motivo por el que Leopoldo da la cara, en vez de quedarse en clandestinidad o irse al exilio, es precisamente lograr un cambio constitucional en el país. Un año después, el país está peor. Tenemos una fuerte crisis social, económica, política y estamos al borde de una crisis humanitaria. Nunca nos pusimos tiempo porque sabemos que el cambio no va a ser de un día para otro. Leopoldo siempre me lo dice: 'El tiempo que sea necesario para transformar la triste realidad de los venezolanos'".
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Respecto a si su marido se arrepiente de haberse entregado, Tintori dice que no y que ella tampoco está arrepentida de nada y que lo apoyará "hasta el final".
También explicó por qué denunció que la vida de López corre peligro: "Porque él representa un cambio, la fe, la esperanza; y Nicolás Maduro lo sabe, por eso lo tiene preso, con un juicio lleno de vicios y aislado. A Leopoldo lo quieren eliminar, pero está vivo. Está preso, no muerto. Me preocupa que el coronel Homero Miranda haya permitido torturas. El coronel no está preparado para cuidar a 150 reos en una cárcel militar. Actúa de forma descontrolada, por eso temo por una orden suya contra Leopoldo".
Por último, y en cuanto a todo este tiempo transcurrido, comentó: "Todos los días han sido difíciles. Él no tiene que estar preso. A mí me ha tocado criar a mis hijos, explicar por qué no regresa a casa".
El político, líder y fundador del partido Voluntad Popular, se encuentra preso en la cárcel militar de Ramo Verde, cercana a Caracas, donde también se encuentra privado de libertad el ex alcalde Daniel Ceballos, por las mismas causas que López.
El dirigente de Voluntad Popular se entregó a las autoridades al atender una orden de captura el 18 de febrero de 2014 por su supuesta responsabilidad en la violencia desatada seis días antes durante una marcha antigubernamental, que se saldó con destrozos en la sede de la Fiscalía con tres muertos y decenas de heridos.
Por su parte, la organización humanitaria Human Rights Watch (HRW) hizo responsable al Gobierno venezolano de "la vida y la integridad corporal" de López tras el ataque denunciado por Tintori.
José Miguel Vivanco, director para las Américas de HRW, expresó que los responsables de ese ataque buscaban "intimidar y castigar" al dirigente de la oposición venezolana. "El Gobierno de Nicolás Maduro es responsable por la vida y la integridad corporal de Leopoldo López", afirmó el directivo de la organización.