La puesta en escena de los niños sirios fue realizada con la intención de recrear el macabro video difundido por el Estado Islámico (ISIS) en el que se observa cómo la organización yihadista quema vivo a un piloto jordano que había capturado.
Cerca de los niños, un hombre sostiene una antorcha prendida al igual que la utilizada para prender fuego a Moaz al-Kasasbeh en imágenes que horrorizaron al mundo. Dentro de la jaula los niños, algunos de los cuales parecen ser tan jóvenes como de tres años, llevan pancartas que dicen: "Detengan la matanza de niños".
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Afortunadamente, esto fue sólo un truco por parte de activistas que protestan contra las atrocidades que comete el régimen del presidente sirio Bashar Al Assad, al que comparan con el ISIS.
La protesta, que fue llevada a cabo en la ciudad de Duma, cerca de Damasco, tuvo como objetivo llamar la atención sobre los sirios que viven en estado de sitio y que mueren en ataques aéreos de las fuerzas leales a Al Assad. Y también condenó la falta de acción internacional frente a la dada a la lucha contra el Estado Islámico.
Esta iniciativa se produjo luego que más de 180 personas -55 de ellos mujeres y niños- fueron asesinadas en Duma en los primeros 10 días de febrero por los ataques aéreos del régimen, según el denunció el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (SOHR por sus siglas en inglés), el opositor grupo de monitoreo con sede en Gran Bretaña.
Grupos rebeldes sirios prometieron el fin de semana pasado que tomarán represalias por la intensificación de los ataques con cohetes cometidos contra ellos por las tropas de Al Assad.
Hablando en una rara entrevista la semana pasada, Al Assad negó el uso de los denominados "barriles-bomba" contra su propio pueblo. Algo de lo que ha sido acusado por los grupos de derechos humanos, que aseguran que el dictador sirio ha realizado esta práctica a lo largo de la guerra civil en el país árabe que ya lleva casi cuatro años.
El desafiante tirano siempre negó que haya cometido tales atrocidades, incluyendo acusaciones de que utilizó armas químicas durante un ataque en las afueras de Damasco en 2013 y en el que murieron 1.400 personas. El Observatorio aseguró que los intensos combates en el sur de Siria provocaron decenas de víctimas en ambos bandos la última semana.
El Ejército sirio y sus aliados libaneses de Hezbollah lanzaron una ofensiva a gran escala en la región la semana pasada contra los grupos insurgentes, incluyendo al Frente Al Nusra (filial siria de Al Qaeda) y los rebeldes no yihadistas, según publica el periódico Daily Mail.
El sur de Siria es una de las últimas áreas donde los principales rebeldes opositores al presidente Al Assad tienen un punto de apoyo. Aunque ellos han perdido terreno frente a los extremistas islámicos en el conflicto que comenzó en marzo de 2011.