Muy poco antes de la entrada en vigencia de la tregua firmada en Minsk y rubricada por Angela Merkel, François Hollande, Petro Poroshenko y Vladimir Putin, los combates no daban muestras de detenerse.
La región llega con expectativas y temores a las 00:00 hora local, cuando deberían cesar los enfrentamientos entre el ejército ucraniano y los separatistas prorrusos.
Se escucharon unos disparos de artillería en Donetsk, bastión de los separatistas, en el Este de Ucrania, poco después del inicio del cese del fuego, antes de que cesaran con rapidez.
Hasta el viernes, e incluso las primeras horas del sábado, la violencia reinaba en las zonas de conflicto. Desde el jueves, cuando los acuerdos de paz fueron firmados, unas 18 personas murieron en los combates.
Después de la entrada en vigencia de la tregua, el presidente estadounidense Barack Obama, se comunicó con su par ucraniano, Poroshenko, para manifestarle su "simpatía" y su "profunda preocupación", informó un comunicado de la Casa Blanca.
El plan prevé un alto el fuego desde el domingo a las 00:00 locales y la posterior retirada de armas pesadas por parte de ambos contendientes.
El frágil acuerdo -la canciller alemana, Angela Merkel, dijo que "no se hacía ilusión" al respecto- podría poner fin a 10 meses de conflicto en el este del país, que ha dejado 5.480 muertos y provocado tensiones entre Rusia y Occidente inéditas desde el fin de la Guerra Fría.
Kiev y los países occidentales acusan a Rusia de alentar la subversión de los rebeldes del este, suministrándoles armas y tropas. Moscú rechazas esas acusaciones.
El jueves por la noche, tras la cumbre europea de Bruselas, Merkel advirtió que la Unión Europea podría adoptar más sanciones contra Rusia si el alto el fuego no es respetado en Ucrania.
"Si (la tregua) funciona, estaremos muy contentos con el acuerdo. Pero si hay dificultades, no descartamos otras sanciones", dijo la canciller.
No obstante, el vocero del Kremlin, Dimitri Peskov, afirmó este viernes que Rusia quería establecer un alto el fuego "inmediato" y no desde el domingo 15, fecha elegida finalmente bajo presión de los representantes de los separatistas en Minsk.