Cuídese de lo que diga frente al televisor. Si es un Smart TV de Samsung, podría estar escuchándolo, e informando a otros. La posibilidad de que sus televisores cumplan funciones de espías aparece en la declaración de políticas de privacidad que está disponible en su página de internet.
"Por favor, tenga en cuenta que si sus palabras habladas incluyen información personal o confidencial, esa información estará entre los datos captados y enviados a terceros a través del uso de reconocimiento de voz", dice la declaración que aceptan los usuarios la primera vez que encienden y configuran su televisor.
Organizaciones y activistas, entre ellos, un representante de la Fundación Fronteras Electrónicas (FFE), compararon el modus operandi de la firma surcoreana con la del Gran hermano, entidad de la clásica novela de ficción 1984, del escritor británico George Orwell, que luego fue usado en varios realities shows.
En su defensa, Samsung indicó que el servicio de reconocimiento de voz envía las palabras habladas a una base de datos externa de un tercero que selecciona y provee al usuario. Además aclaró que el servicio puede desactivarse con un ícono que se visualiza fácilmente en el control remoto y en la pantalla.