Un grupo de cinco inmigrantes cubanos llegó el pasado viernes en una embarcación a la costa estadounidense de Miami, en el estado de la Florida.
Los balseros viajaban con el GPS de un iPhone 4, que a 47 kilómetros de llegar a tierra se quedó sin batería.
"Cuando nos quedamos sin batería arranca una tormenta y ahí nos quedamos desorientados, sin sol y lloviendo", relató Josely Callejas, uno de los balseros, al canal de televisión américatevé.
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Lo que no esperaban era pisar tierra y encontrarse con lo que finalmente ocurrió. Una vez alcanzaron la costa llegaron a un embarcadero de una imponente vivienda privada en la Bahía Palmetto, al sur de la ciudad.
Se trataba nada menos de la casa del vicealcalde de Palmetto Bay, donde fueron recibidos por los perros de guardia del funcionario.
Las cámaras de seguridad de la residencia registraron la llegada de los balseros, que posteriormente fueron asistidos por autoridades locales.