Los funcionarios en Salta llegaron al nivel de no ponerse de acuerdo respecto de las cifras de ese problema. Incluso, la secretaria de Alimentación y Nutrición Saludable de la Provincia justificó el ocultamiento de datos al asegurar que "el Ministerio de Salud no es un obituario. No tenemos que estar publicando los casos porque hay que reservar la identidad de las personas".
El ministro de Salud provincial, Oscar Villa Nougués, aclaró el pasado martes que los índices de desnutrición y mortalidad infantil "figuran en el anuario que publica la Dirección General de Estadísticas" y afirmó que "no escapan al 13 por mil de los índices de mortalidad".
Según detalló, "estos índices son mucho mejores que en otras épocas y son mejores que años anteriores", y expresó que "históricamente tenemos un número de 105.981 niños con control nutricional. Este es un número muy importante especialmente de las zonas vulnerables como el chaco salteño".
El funcionario explicó que "de ese total, alrededor de 1.800 o 1.900 chicos no tienen un estado nutricional ideal y están dentro del control periódico del sistema de salud".
Quien también se refirió al tema fue Silvana López, jefa del servicio de Atención primaria de la Salud del hospital de Tartagal, quien aclaró que "tenemos registrado a cada niño que está en riesgo nutricional o en bajo peso, información que se envía en forma permanente al Ministerio de Salud provincial".
A la vez, confirmó que "se controla que las madres traigan a sus niños a los seguimientos médicos o cuando tienen que ser asistidos en la sala de control nutricional. Pero el gran inconveniente que se nos presenta es que los padres no concurren. Lamentablemente el trabajo de los agentes sanitarios es cada vez mayor y no siempre disponen del tiempo suficiente para ocuparse ellos mismos de traer a los niños hasta el hospital cuando esto es responsabilidad de los propios padres".
En declaraciones brindadas a El Tribuno, López aseguró que en el hospital Perón de Tartagal en este momento "tenemos 193 niños con bajo peso, 150 diagnosticados con desnutrición y entre ellos 9 niños que se encuentran en estado crítico, quienes ante una diarrea o alguna otra enfermedad sobreagregada lamentablemente puede ser otro caso de mortalidad infantil ".
Respecto de la situación de los nueve menores en estado crítico, aclaró que cinco de ellos se encuentran internados, aunque el inconveniente mayor que se presenta es al momento en que son recuperados y dados de alta.
"Tenemos niños desde los 6 meses, es decir que la desnutrición comienza desde muy temprana edad. Pero la situación no se soluciona con recuperarlos y enviarlos a sus casas. Allí no tienen cloacas, tienen letrinas sin tratamiento y a cielo abierto, conviven con animales enfermos, algunos con sarna y todo eso hace al entorno de los chiquitos", explicó.
Sobre la ayuda económica que esas familias reciben de la provincia, López aclaró que "todos los chiquitos que presentan bajo peso están incluidos dentro de un plan de políticas integrales; todos los padres de estos chicos cobran $190 por una tarjeta social y un plan de inclusión. Pero muchos no han usado la tarjeta en los últimos 6 meses porque no las han recibido".
"Tenemos casos de comunidades de difícil acceso sobre todo en los meses de verano por efecto de las lluvias, como son Tonono o Pacará, donde las mamás tienen que abonar $400 por el traslado hasta Tartagal. Por ese motivo estamos viendo de qué manera se puede subsanar ese inconveniente y creemos que lo más eficaz sería que se le vuelvan a entregar los bolsones alimentarios para reemplazarlos en valor de la tarjeta", finalizó.