Las duchas que el papa Francisco ordenó instalar para las personas sinstecho que viven en los alrededores del Vaticano ya están operativas. Además, también fue instalada una barbería. Comenzarán a funcionar este lunes y quien lo necesite recibirá también un "kit" de aseo.
La Limosneria vaticana, encargada de realizar las obras de caridad del Papa, terminó las obras que se realizaron para intentar ayudar a las personas en situación de calle que suelen dormir cerca de la plaza.
En noviembre, Francisco había autorizado la instalación de tres duchas y de una sala para la barbería en el interior de los baños que normalmente usan los peregrinos en los aledaños del columnado de San Pedro. El pontífice tomó esa decisión después de que el limosnero, Konrad Krajewski, le contase que las personas sin hogar que duermen cada noche en los alrededores de la plaza no encuentran sitios para asearse.
"Todo ha sido realizado con gran sobriedad y dignidad, pero con todas las técnicas modernas - grifos de agua caliente, dispensador de jabón, y secador de manos activados con foto células - y pintura en resina para que pueda lavarse fácilmente y se garantice la máxima higiene", destacaron desde la Limosnería apostólica.
Las duchas podrán ser utilizadas cada día, excepto el miércoles cuando se celebra la audiencia general en la plaza de San Pedro o durante las ceremonias religiosas. Los lunes, jueves y sábados habrá voluntarios de la sección de Roma de la Unión Italiana de Transporte de Enfermos a los Santuarios para ayudar a las personas que lo necesiten. También participarán otras asociaciones de voluntarios, como las monjas de la orden de Madre Teresa di Calcutta, las monjas Albertinas o las Vincenianas.
Además, los lunes, desde las 9 hasta las 3, las personas sin hogar podrán también cortarse el pelo y afeitarse gracias al servicio garantizado por barberos voluntarios y estudiantes del último año de una escuela de peluqueros de Roma.
La Limosnería del Papa informó también que quien lo desee podrá recibir un conjunto de aseo compuesto por una toalla, jabón, cepillo de dientes y dentífrico, espuma de barba y una afeitadora.
La mayor parte del material fue donado por varias empresas, y el resto será adquirido por la Limosnería gracias al dinero que se recoge de varias iniciativas, como la venta de pergaminos con las bendiciones del papa.