Los yihadistas del Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) pregonan una interpretación extrema del islam y han atacado comunidades de yazidíes, cristianos, turcomanos y chiítas.
Ivan Mrat, un refugiado yazidí que huyó de la región montañosa de Sinjar a la ciudad kurda de Dohuk, relató a la cadena BBC cómo su poblado fue rodeado por militantes de ISIS. "Muchos logramos huir. Alguien me dijo que cerca de 80 hombres fueron colocados en fila y se les obligó a gritar shahada, anunciando su conversión. Se negaron y todos fueron asesinados".
BBC Mundo habló con Donatella Rovera, investigadora de Amnistía Internacional, quien viajó al norte de Irak para recoger testimonios de civiles yazidíes. "Las dos grandes realidades que estamos encontrando son la matanza deliberada de gran número de personas y el secuestro de miles de mujeres, hombres, niños y ancianos", afirmó Rovera.
Mujeres esclavizadas
La relatora especial sobre violencia contra la mujer Rashida Manjoo dijo tener reportes no sólo de secuestros masivos, sino de la venta de mujeres y niñas. "Hemos recibido informes de la ejecución de mujeres y otros informes no verificados que indican que cientos de mujeres y niñas han sido secuestradas. Muchas de las adolescentes han sido asaltadas sexualmente y las mujeres han sido entregadas o vendidas a combatientes de ISIS como malak yamiin o esclavas".
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Amnistía Internacional asegura haber verificado informes de secuestros masivos. "Sabemos que algunas personas están detenidas en escuelas o casas en Mosul y otros lugares controlados por ISIS, no podemos decir cómo lo sabemos por la seguridad de las mujeres. Otras han desaparecido, no sabemos si están vivas o muertas".
Lanzamiento de homosexuales desde azoteas
Los yihadistas castigan a quienes no siguen lo que ellos consideran los principios del islam, independientemente de la adhesión religiosa. De esta forma, recientemente se ha conocido uno de los últimos métodos de castigo del grupo, que es el lanzamiento de homosexuales desde edificios altos, "condenados por cometer sodomía".
Anteriormente se supo que milicianos habían ejecutado de la misma forma a dos jóvenes, de 18 y 20 años, por tener imágenes de actos homosexuales en el celular. En todos estos eventos, hubo grupos de personas que se congregaron para ser testigos del asesinato.
Entierros y decapitaciones
El refugiado Samo Ilyas Ali, quien huyó de sus tierras ancestrales en Sinjar, dijo a la agencia Reuters que su aldea fue rodeada en medio de la noche por militantes de ISIS armados con ametralladoras.
"Tenían barbas, algunos llevaban máscaras con inscripciones en árabe. No entendimos cuando comenzaron a cavar zanjas. Entonces empezaron a poner a la gente en aquellos agujeros. Esas personas estaban vivas y después de un rato oímos disparos. No puedo olvidar esa escena, mujeres y niños pidiendo ayuda. Nosotros corrimos por nuestras vidas, no podíamos hacer nada por ellos", dijo Ilyas Ali.
Otra maniobra recurrente es que insurgentes del Estado Islámico divulguen videos que muestra la decapitación de prisioneros para amenazar a los gobiernos involucrados en la coalición antiterrorista. Ese fue el método que utilizaron para ejecutar a los estadounidenses James Foley, Steven Sotloff y Peter Kassig, los británicos David Haines y Alan Henning y el japonés Kenji Goto.
Quema de cuerpos
Las imágenes del piloto jordano Maaz al Kasasbeh ardiendo en una jaula inscriben una página más en la serie de horrores que los yihadistas del Estado Islámico se encargan de propagar. Analistas sostienen que castigar con fuego a un prisionero es, en términos religiosos, tomar el rol del mismo Alá, pasar por encima de su autoridad para aplicar el castigo que solamente Él puede aplicar.
Muchos creen que la evidente violación del Corán que han cometido se debe a que, en realidad, la mayoría de los yihadistas no lo ha leído y se rige por las interpretaciones que unos pocos cabecillas hacen de él.
Estrategia
El uso de la brutalidad es parte de una estrategia bien delineada, según Sami Ramadami, analista iraquí y profesor de Sociología de la London Metropolitan University en la capital británica. "Básicamente usan el terror para lograr la expansión, sembrando miedo y usando las redes sociales para mostrar actos terribles antes de llegar a una nueva zona que quieren controlar", dijo Ramadami a BBC Mundo.
"Justifican ese terror usando algún texto religioso poco conocido que es usualmente tomado totalmente fuera de contexto", agregó.
El académico explicó que "no son reconocidos por el islam sunita como una secta legítima. Hay cuatro escuelas de islam sunita y no pertenecen a ninguna de ellas. Sus líderes son todos graduados de la secta wahabi de interpretación, que es muy antimujer, represiva y busca imponer la sharia en su versión más extrema, con interpretaciones no aceptadas por el 99% de los musulmanes".
Los ataques contra minorías son parte de otra táctica, según Ramadami: "Inflamar los odios sectarios, dividiendo a diferentes grupos, lo que debilita las sociedades de la region". Concluyó que "sus medios son brutales y hay muchas teorías sobre cómo logran producir films de alta calidad con técnicas tan avanzadas. ¿Dónde los producen?, ¿quién los financia?, ¿de dónde obtienen su apoyo? Hay muchas preguntas por responder".