Kenji Goto, secuestrado y ejecutado este sábado por los terroristas del Estado Islámico, nació en Sendai, Miyagi, en 1967, y era un periodista independiente que estableció una compañía de producción de video, llamada Prensa Independiente, en Tokio en 1996.
Su empresa se dedica a la realización de documentales sobre Medio Oriente y otras regiones para las cadenas de televisión japonesas, incluyendo la cadena pública NHK.
El hombre de 47 años de edad salió de Japón cuando su hija menor tenía tres semanas de vida. Realizó diversos informes sobre la situación en el campo de batalla de la ciudad siria de Kobani y otras áreas.
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Su último mensaje de Twitter fue el 23 de octubre. Un día después, realizó un video para decir a su familia que tenía la intención de regresar a Japón.
A principios de noviembre de 2014, su esposa recibió correos electrónicos en los que le exigen cerca de mil millones de yenes (8,5 millones de dólares) por el rescate de Goto. La persona que envió el email decía ser un miembro del Estado Islámico.
Se cree que el gobierno japonés comenzó discretamente investigaciones luego de que las amenazas contuvieran información que sólo el mismo Goto sabría.
En un video publicado el sábado 24 de enero, informó la decapitación de otro de los rehenes japoneses, Haruna Yukawa. Y otra grabación, difundida el martes pasado, mostró una imagen estática de Goto con una foto de quien parecía ser Al Kassasbeh, el piloto capturado por ISIS el mes pasado después de que su avión se estrellara en Siria.