El papa Francisco sigue llamando la atención con sus gestos diarios de humildad y simpleza.
Después de sorprender con la instalación de baños y duchas bajo las columnas de San Pedro destinadas a personas sin techo, el Pontífice ahora incluyó una peluquería a la que los indigentes podrán ir para cortarse el pelo y la barba.
La iniciativa será concretada por la limosnería del Vaticano y estará disponible a partir del 16 de febrero.
Según informó ANSA, los interesados podrán acudir a cortarse el pelo y la barba los días lunes, día de cierre de las peluquerías. El servicio será brindado por numerosos voluntarios que lo harán en sus ratos libres.
En noviembre del año pasado, comenzaron a construirse las tres duchas dentro de los baños que usan los peregrinos en la zona de las columnas, explicó el limosnero del Papa, monseñor Konrad Krajewsky.
Krajewsky es el encargado de ocuparse de las personas sin techo ni trabajo que se refugian bajo las columnas, los edificios y casas de la zona, muchos de los cuales son propiedad de la Santa Sede y la diócesis de Roma, sin que la policía los moleste porque todos saben que son "los linyeras del Papa".
No es inusual una actitud de este tipo en Francisco. Desde que asumió la conducción de la Iglesia católica, en marzo de 2013, ha sorprendido al mundo con su estilo sencillo y sus gestos de austeridad. Desde almorzar en el comedor de San Pedro con el personal, hasta besar a los enfermos, viajar en autobús o rechazar el departamento pontificio.
Además, entre las enseñanzas más destacadas del argentino que han marcado su mandato, está el llamado a "una Iglesia pobre para los pobres".
El papa Francisco acaba de volver de su gira por Asia, en la que visitó Sri Lanka y Filipinas, este último el país con más católicos del continente, en el que reunió a unos 6 millones de personas en la misa dominical.