¿Quién no pensó alguna vez en disfrutar de un plato de calidad a un precio accesible, sin tener que ir a un restaurante? Hoy no es algo tan lejano. Poco a poco los "Food trucks" o "camiones de comida rodante", van integrándose en la escena local.
Los porteños cuentan con el antecendente de los conocidos carritos de la Costanera, para disfrutar de un choripán o un sandwich de bondiola al paso. Sin embargo, los Food trucks apuntan a elevar la calidad de los platos que se sirven, con una estética urbana bien definida.
Esta tendencia que se viene dando a nivel global forma parte del movimiento Street Food, pero aún resta el debate sobre cual será la legislación que ampare esta movida gastronómica en nuestro país. En la Argentina, la ley que se encuentra vigente para la venta de alimentos en los puestos ambulantes es la 1166/03. La misma no ampara a los Food Trucks ya que sólo permite la comercialización de golosinas, productos de confitería, sándwiches fríos envasados y sándwiches calientes.
Por ese motivo, y a la espera de nuevas reglamentaciones, los Food Trucks (FT) sólo pueden ofrecer sus productos en eventos privados. Es allí dónde se impusieron en espacios como el eCommerceDay, el Social Media Day, casamientos, fiestas y recitales, entre otros.
Los 'carros móviles' cuentan con grupos electrógenos, heladeras, frezeers, cocinas eléctricas, hornos especiales y creperas, todo dependiendo de la propuesta gourmet que se decida ofrecer. Con todos estos elementos, se convierten en verdaderos restaurantes sobre ruedas.
Un poco de historia
Todo comienza alrededor de 1870 con el ganadero estadounidense Charles Goodnight, quien con el afán de mantener contento a todo su equipo de cowboys durante las expediciones, armó lo que rápidamente se conoció como el "Chuckwagon". Se trató de una carreta Studebaker que compró al ejército, a la que le acopló una pequeña cocina móvil en la parte posterior. Un cocinero era el encargado de preparar los platillos en ese sector y así, se fue haciendo cada vez más popular entre los rancheros.
El Chuckwagon tenía como provisiones principales: tocino, buey seco, harina, jarabe de arce, galletas, frutos secos y café, entre otros. Además de alimentos, también llevaba otros elementos como mantas, bolsas de dormir, armas, municiones y medicamentos.
La carreta era conducida por el mismo cocinero, quien además de preparar los platos, decidía qué cosas se llevaban en el cargamento. También arreglaba la ropa y hasta en ocasiones, oficiaba de médico. Todo esto describe a un personaje con "múltiples oficios".
Los Food Trucks por dentro
Además del atractivo turístico que su fisonomía aporta a la estética de la ciudad, se trata de una nueva forma de empleo.
Regulaciones pendientes
Como toda nueva industria, la reglamentación va variando de acuerdo a los paisajes. En recitales o eventos de gran convocatoria siempre han tenido la inspección correspondiente de bromatología. "Siempre se nos aprobó para funcionar en ese tipo de lugares", aclara el propietario de Retro Food Truck, y agrega: "Se está trabajando para dar un marco legal correcto a esta nueva modalidad gastronómica".
Pero esto parece no detener a estos nuevos gastronómicos, que se agruparon y formaron la Asociación Argentina de Food Trucks. Por el momento son 9 los miembros: Coffee Avenue, Hollywood Dogs, Nómade, Morfa Food Trucks, Manduca Food Trucks, Bon Bouquet, La Piadineria, Capri y El 66. "Sentimos la necesidad de nuclearnos. Entendimos que debíamos manejarnos en conjunto para regularnos, crecer armoniosamente y reunirnos con distintas dependencias de mayor presencia", cuenta.
Las grandes marcas de alimentos y bebidas tampoco se quedaron afuera de este nuevo movimiento, sino que incursionaron para promover muchos de sus productos. En Argentina, por ejemplo, empresas como La Salteña apostó a una estrategia para recorrer los Valles Calchaquíes con su camión. Knorr por su parte, hizo lo suyo con su Soup Truck y estuvo presente en las calles porteñas con el reconocido chef Ariel Rodríguez Palacios promocionando la gran variedad de caldos. Granja Iris dejó su huella en muchas localidades de la Costa Atlántica con su "picnic" en recitales y kermeses, y Café Martínez sumó su cafetería móvil a eventos corporativos.
Un caso sobre la regulación de los carros móviles es el de España en donde se los puede encontrar en www.foodtruckya.com, el sitio web que los agrupa. Allí con sólo añadir el emprendimiento gastronómico, ya se pasa a formar parte de ésta red que cuenta con localizador, una central de reservas y hasta un espacio para la valoración de los platos hecha por los propios comensales. En Nueva York, Estados Unidos, también se nuclearon en The New York City Truck Association. Sus miembros pagan impuestos y cumplen con las normas de higiene impuestas por la ley.