El último año cerró con el menor superávit comercial desde la crisis de 2001

Las exportaciones se contrajeron 11,9% y las importaciones 11,4%. El excedente de divisas se redujo a 6.686 millones de dólares. Rojo energético récord

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El fin del cepo apunta
El fin del cepo apunta a impulsar el crecimiento del comercio exterior y las ganancias de las empresas para reactivar la inversión y el empleo 162
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El Indec comunicó que en diciembre el resultado del intercambio comercial argentino con el resto del mundo registró un saldo positivo de apenas 74 millones de dólares, como consecuencia de la disminución del 13,2% de las ventas y del 12,8 por ciento de las compras.

Semejante retroceso del comercio exterior que explica sólo en parte la escasez de divisas en la economía para poder sostener una fluida actividad productiva y comercial, fue producto de las restricciones que prevalecieron en el año para el pago y autorización de importaciones, porque arrastró en esa dirección a las exportaciones.

Ese comportamiento fue una constante que se repitió desde la imposición del cepo cambiario a fines de octubre de 2011, aunque sus efectos más contundentes se observaron con un rezago de doce meses aproximadamente.

El total de ventas al exterior en 2014 disminuyó 11,9 por ciento en valor, a 71.935 millones de dólares y las compras descendieron 11,4 por ciento, a 65.249 millones de dólares, constituyéndose en los menores registros del último cuatrienio.

Y pese a la recesion que afectó al último año, en modo creciente, hasta acumular una baja de 3,8% en el último trimestre, según las estimaciones privadas, el superávit comercial fue el menor desde la crisis de 2001, porque las trabas a las importaciones impidieron generar excedentes exportables de productos terminados o semiterminados que dejó de demandar el mercado interno, principalmente por la falta de insumos. Aunque también incidió la pérdida de competitividad cambiaria y los cupos establecidos para vender al resto del mundo, aún de bienes con oferta excedente, como en el caso de algunos granos y carnes.

El cinco años el superávit comercial cayó en más de 10.000 millones de dólares

En cantidad de productos, el Indec comunicó que del lado de las exportaciones se registraron bajas en los cuatros grandes rubros, principalmente en manufacturas de origen industrial y combustibles y energía con 17% y 13%, respectivamente, y en menor medida en productos primarios, sin elaborar, 9%, mientras que las manufacturas de origen agropecuario se contrajeron sólo dos por ciento.

En el caso de las importaciones el último año cerró con bajas en todos los grandes rubros, con excepción de los bienes de capital que aumentaron un 3%, al parecer por la aceleración de los trabajos de incorporación de estaciones móviles para la distribución de energía eléctricas y obras de exploración hidrocarburífera por métodos no convencionales.

Entre las declinaciones sobresalieron los casos de los automotores, claramente limitados con el establecimiento de un fuerte aumento de los impuestos para los segmentos de gama media y alta, con 50%, seguido por 23% en las piezas y accesorios para bienes de capital y 9% bienes de consumo durable y semidurable. Las compras de combustibles y lubricantes bajaron cuatro por ciento.

Creciente desequilibrio energético

La balanza energética terminó con un déficit de 6.243 millones de dólares, producto de una contracción de las exportaciones de combustibles y lubricantes del 18% a 4.660 millones de dólares y en menor medida de las importaciones: 4 por ciento, a 10.903 millones de dólares.

De este modo, el rojo registrado por el Indec fue el más elevado de una serie de más de 45 años, y acumuló un cuatrienio con saldo negativo y creciente.

Para el corriente podría reducirse por efecto de la baja del precio del petróleo y la menor demanda por la recesión interna, aunque no sería suficiente para volver a registrar un superávit de divisas.


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