Según mostraron medios libaneses, los manifestantes, que entonaban cánticos como "¡Muerte a Israel!" o "¡Muerte a EEUU!", acompañaron el ataúd de Mugnieh, de 25 años e hijo de Imad, jefe militar del grupo chiíta asesinado en 2008 en Damasco en la explosión de un coche bomba atribuido por Hezbollah a Israel.
El oficio religioso fue presidido por el jeque Ibrahim Amin al Sayyed y en él Yihad fue enterrado junto a su padre, en un lugar que ya se ha convertido en un sitio de peregrinación para las personas que visitan al grupo chiíta.
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Al funeral asistieron diputados, responsables políticos y partidarios del grupo, así como diplomáticos y delegaciones populares, que inundaron las calles de los barrios del sur de Beirut, considerados feudos del grupo terrorista en el Líbano.
Los oficios de las otras víctimas libanesas del ataque aéreo israelí tuvieron lugar en las regiones de donde son originarias, en especial en el sur del Líbano. Yihad falleció junto al comandante del grupo chiíta Mohamed Isa, encargado de los temas relacionados con Siria e Irak y considerado uno de los promotores de la intervención de su grupo en el país vecino, donde el movimiento combate junto a las tropas fieles al presidente Bashar al Assad.
También perecieron en el mismo ataque otros cuatro miembros de Hezbollah, según confirmó la organización.
Además, entre los fallecidos estaba el comandante de los Guardianes de la Revolución iraní Mohamad Ali Alahdadi, según informó hoy esa organización en un comunicado.
Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, el ataque fue perpetrado por un avión israelí contra una casa y dos vehículos aparcados en la puerta de esa vivienda en una zona agrícola de Al Quneitra.