La economía global aún encara fuertes vientos en contra, en medio de una recuperación "demasiado frágil y desigual", para la que la caída de precios del petróleo y la consolidación de los EEUU no son suficientes, advirtió este jueves la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde.
"La pregunta obvia es esta: ¿deberían los bajos precios del petróleo y la fortaleza de la recuperación en EEUU hacernos más optimistas sobre las perspectivas globales?", aseguró Lagarde en una conferencia en el centro de estudios Council on Foreign Relations de Washington.
"La respuesta más probable es 'no', dado que hay todavía poderosos factores que pesan a la baja", respondió la jefa del FMI.
De este modo, el Fondo desalentaba las expectativas creadas por los analistas sobre las posibilidades de que esta baja de precios del barril de crudo, por debajo de los 50 dólares, pueda actuar como estímulo para la economía global.
De hecho, Lagarde apuntó que la economía estadounidense será la única que podrá consolidar la recuperación mostrada en 2014.
Mientras la zona euro y Japón mantienen un "riesgo elevado" de baja inflación y bajo crecimiento, los emergentes están viendo desacelerar su expansión económica, tras haber sido las locomotoras globales en los últimos años.
Los emergentes dejarán de ser locomotoras del crecimiento global en 2015
En el euro, precisamente, el descenso en la factura energética contribuyó a rebajar las expectativas de inflación, lo que otorga más argumentos para que el Banco Central Europeo (BCE), como indicó su presidente, Mario Draghi, eleve su estímulo monetario a través de la compra de deuda soberana.
A la par, indicó, los bajos precios del petróleo ya mostraron efectos negativos sobre países productores, como Nigeria, Rusia y Venezuela, que "enfrentan enormes presiones sobre sus divisas" ante el descenso de sus ingresos.
"Dado el tamaño de estas economías, los recientes acontecimientos podrían tener significativos efectos regionales", subrayó Lagarde.
El discurso de Lagarde se produjo días antes de que el organismo dé a conocer la próxima semana en Pekín la actualización de sus previsiones para la economía global en 2015, después de que pronosticase en octubre un crecimiento global para este año del 3,8 por ciento.
Las economías emergentes, que impulsaron el crecimiento global en los años posteriores a la aguda crisis financiera de 2008, acusaron una desaceleración en los últimos meses.
"Estas economías", precisó, "podrían enfrentar este año un triple golpe por la combinación de un dólar más fuerte, tasas de interés globales más elevados y una mayor volatilidad de los flujos de capital".
La caída del petróleo ya deja víctimas: Nigeria, Rusia y Venezuela
Lagarde explicó que 2015 será el año en el que la Reserva Federal (Fed, banco central de EE.UU.) subirá las tasas de interés de referencia por primera vez desde finales de 2008, lo que generará inestabilidad en los mercados financieros globales.
Por ello, la ex ministra francesa de Finanzas y primera mujer al frente del FMI apostó por una mayor liberalización del comercio, la inversión en infraestructura y eliminar la distorsiones existentes en los mercado laborales.
En este sentido, puso como ejemplo los acuerdos de comercio actualmente en negociación de la Alianza Transpacífica (entre EEUU y varias economías del Pacífico) y el Transatlántico (entre EEUU y la Unión Europea). "Ahora se requiere voluntad política para llegar a la línea final", dijo Lagarde.
Además, valoró la "determinación" mostrada por la Comisión Europea para sacar adelante el llamado "plan Juncker", que pretende movilizar 315.000 millones de euros en inversiones en la zona euro para promover empleo y crecimiento.
Y recomendó, finalmente, programas "enfocados en la supresión de cuellos de botella que constriñen el crecimiento, en las áreas de transporte y energía", para que las economías emergentes de Brasil e India consoliden una expansión sostenida.