Vanessa Marzullo y Greta Ramelli son dos jóvenes cooperantes italianas cuya situación recién se conoció en diciembre pasado, cuando la filial de Al Qaeda en Siria difundió un video de ellas como prueba de vida.
El gobierno italiano, que hasta el momento no daba información sobre el estado de las mujeres ni confirmaba el secuestro, debió enfrentar la situación mediáticamente. Hasta el momento, poco se sabe de la liberación. No hay datos sobre un posible operativo de rescate o de una negociación para que fueran liberadas.
En ese video, las mujeres, ambas de unos 30 años, aparecen sentadas delante de una pared blanca con vestidos negros y el pelo cubierto por un velo. Una de ellas sujeta un trozo de papel con la fecha del 17 de diciembre, aunque, al parecer, el video se difundió recién el 31 de diciembre. La segunda mujer insta al gobierno italiano a llevarlas a casa antes de Navidad, hecho que no sucedió.
Ambas trabajaban para la ONG Horryaty cuando fueron raptadas. El caso de las italianas no es aislado, decenas de cooperantes extranjeros y periodistas, así como un jesuita italiano, fueron secuestrados en el conflicto sirio. También desaparecieron decenas de sirios en la guerra, que empezó en marzo de 2011 y causó la muerte de más de 200.000 personas.