La ausencia fue notoria: Argentina –uno de los países latinoamericanos que más historia tiene compartida con Francia– no envió ningún representante a la marcha contra el terrorismo en París de la que participaron casi 50 líderes mundiales. Ningún representante del Gobierno se acercó tampoco a la "marcha republicana" que fue convocada en la sede de la embajada francesa en Buenos Aires.
Consultado por esa decisión, Jorge Capitanich le restó importancia porque "la posición de la Argentina es clara e indubitable" en su rechazo del terrorismo. "Ni bien ocurrió el hecho, la Presidenta emitió un comunicado público en esta materia", recordó.
Además, agregó que el canciller Héctor Timerman "firmó en París el libro de condolencias correspondiente" en honor a las víctimas de los atentados islamistas de la semana pasada, que arrojaron un saldo de 17 personas muertas.
"Ni bien ocurrió el hecho, la Presidenta emitió un comunicado", justificó Capitanich
Mientras a los ojos del mundo llamaba la atención que ningún presidente latinoamericano haya ido a la multitudinaria marcha que congregó a casi cuatro millones de personas en toda Francia, el gobierno argentino emitió un comunicado para repudiar el último ataque terrorista en Nigeria que dejó 19 muertos.
"La Argentina condena este nuevo atentado con el mismo vigor y con las mismas convicciones que condena todos y cada uno de las criminales acciones del terrorismo internacional y honra sin diferencia alguna la condición humana de todas las víctimas", apuntaron.