Mauricio Macri pidió su sobreseimiento a fines de 2014 en la causa por las escuchas telefónicas ilegales en la que está siendo investigado. Pero no tuvo el resultado esperado: el juez federal Sebastián Casanello rechazó el planteo que hicieron sus abogados y por ahora el jefe de Gobierno porteño seguirá sujeto a la causa.
El juez consideró prematuro el pedido de los abogados Ricardo Rosental y Alejandro Pérez Chada. Según la resolución a la que accedió Infobae, consideró que primero se debe evaluar la información que pidió vía exhorto a los EEUU. Los datos en cuestión refieren a una empresa de seguridad contratada por su padre, Franco Macri, para investigar a su yerno, cuyo teléfono estuvo "pinchado", uno de los hechos por los que se lo acusa al jefe de Gobierno.
Se trata del caso de Néstor Leonardo. Según la defensa de Macri, fue el padre del funcionario quien contrató a la empresa Ackerman Group LLC Security & Investigative Consultants, con sede en EE.UU, para investigar a su yerno, quien estuvo casado con Sandra Macri, fallecida en junio del año pasado.
El otro hecho por el cual se investiga a Macri es la escucha que tuvo como víctima a Sergio Burstein, familiar de víctimas del atentado a la AMIA.
El año pasado, Casanello consideró que aún no había "una prueba directa que permita sostener que Macri haya requerido u ordenado espiar a Leonardo y Burstein" y por eso omitió enviarlo a juicio oral y público, como sí hizo con el resto de los acusados: el ex jefe de la Policía Metropolitana Jorge "Fino" Palacios; el espía Ciro James; y el ex ministro de Educación Mariano Narodowski, entre otros. Se los acusa de asociación ilícita, intervención indebida de las comunicaciones telefónicas, falsedad ideológica e incumplimiento de los deberes de funcionario público.
Los abogados de Macri piden el sobreseimiento en base a los testimonios que prestaron en los últimos meses el ministro de Seguridad porteño, Guillermo Montenegro; y Adrián Juan Pelacchi, jefe de la Policía Federal en los 90 y cuya empresa, AP Security Consultora S.A, prestó servicios de seguridad contratados por Franco Macri para su familia. El único que no disponía de esos servicios era Mauricio, ya que cuenta con custodia oficial por su cargo en el gobierno porteño.
En su declaración, Montenegro desvinculó a Macri. Dijo que él fue quien propuso a Palacios para la Metropolitana y que el Jefe de Gobierno no intervenía en designaciones como la que tuvo Ciro James en el cargo de asesor para el Ministerio de Educación, entonces dirigido por Mariano Narodowski.
A su vez, Pelacchi dijo que Mauricio Macri no era el contacto con la empresa Ackerman, sino su padre, desvinculándolo así de la contratación por el seguimiento de Néstor Leonardo.
En base a esos testimonios, la defensa pidió el sobreseimiento. "Es menester estar a la espera de la respuesta de las autoridades norteamericanas a los fines de agotar la encuesta en ese sentido y contar con aquella prueba directa", contestó Casanello, en una resolución que lleva fecha del 29 de diciembre pasado pero recién se conoció este martes.
"Resta a la fecha contar con la respuesta plena a los interrogantes que motivaran el libramiento de la rogatoria internacional y que fueran explícitamente sindicados por la Cámara Federal al revisar el decisorio que decretó la nulidad parcial de la clausura de instrucción, razón por la cual habré de rechazar el pedido de sobreseimiento por prematuro", concluyó.
Por otra parte, el juez rechazó el planteo de los abogados de Macri respecto a que se estaba violando la garantía de plazo razonable, por el tiempo que lleva la causa (iniciada en 2009). Casanello replicó que "la cantidad de hechos investigados" así como la "complejidad" de la maniobra, es compatible con "la duración del proceso".