Se avizoraba una jornada complicada para Independiente, principalmente porque el plantel había sido citado para las 20 en el Hotel Sheraton de Pilar para comenzar los trabajos de pretemporada y en la previa no se definió la situación de Daniel Montenegro, quien igual se hizo presente a pesar de la negativa de Jorge Almirón de contarlo para los futuros compromisos del equipo. Pero Marcelo Vidal, y otros tantos jugadores del plantel, sufrieron las consecuencias de la desorganización institucional.
En diálogo con Un Buen Domingo, programa que se emite por Radio La Red, el mediocampista central relató los pormenores del inconveniente que le tocó padecer en el lugar de reencuentro de los protagonistas de la entidad de Avellaneda. "Me presenté, nos mandaron a hablar con algunos compañeros con el Preparador Físico, sacó una lista y nos dijo 'ustedes no están acá, váyanse a sus casas'. Así como llegamos, nos tuvimos que volver", describió con furia el volante.
"A mí nadie me dijo nada, yo me tenía que presentar y lo hice. Después debía hablar con el técnico para saber si me iba a tener en cuenta o no, pero no estaba él y tampoco un solo dirigente. Fue una falta de respeto enorme", continuó el futbolista, que sufrió el mismo maltrato que Rodrigo Gómez, Fabián Monserrat, Juan Manuel Trejo y Sergio Ojeda, quienes deberán buscarse otro horizonte.
Lejos de aminorar los impactos de la decisión, Vidal destacó que "fue una vergüenza lo que pasó porque nos tenían que llamar y nadie lo hizo". En la misma línea, reveló que "fue un momento feo porque mis compañeros estaban cambiados y nosotros no, estábamos apartados, nos dio vergüenza y nos fuimos rápido".
"Uno no espera que pasen estas cosas, pero suceden. Hay que ir acostumbrándose, porque es peor si te volvés loco. Yo no tengo nada que hablar con Almirón, fue su decisión y él sabrá, pero tendría que habernos dicho esto cuando terminaba el campeonato o en las vacaciones", manifestó.
Para finalizar, el "Toro" indicó que ningún miembro de la Comisión Directiva estaba presente: "Nos dijeron que llegaban en una hora y media, pero con lo que pasó no teníamos ánimo de esperar a nadie".
Arde una mitad de Avellaneda...