El nuevo libro de Houellebecq vaticina que el islamismo tomará el poder en Francia

El autor despertó polémica con su novela "Sumisión", que saldrá a la venta esta semana, al presentar un presidente musulmán para el país galo en 2022

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El nuevo libro de Michel Houellebecq ha desatado la polémica sobre su contenido al presentar la toma del poder por un partido islámico en Francia, que algunos interpretan como un guiño a la extrema derecha del Frente Nacional, primer partido en los sondeos.

Soumission (Sumisión, por su traducción al español) no estará en las librerías hasta el próximo miércoles, pero el pirateo por internet de alguno de los ejemplares que han salido de las imprentas de la editorial Flammarion -que ya ha advertido que perseguirá a los responsables- ha adelantado un debate al que se sumó el sábado el periódico Libération.

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El diario izquierdista dedica siete páginas, incluida la portada, a Soumission, al que considera como un "panfleto político tanto como una obra literaria". El director del periódico, Laurent Joffrin, aseguró que Houellebecq "respalda las ideas del Frente Nacional". "Permite calentar el asiento a Marine Le Pen (presidente del FN) en el café de Flore", que fue durante décadas el punto de encuentro de los intelectuales parisinos.

"Permite calentar el asiento a Marine Le Pen"

Para Joffrin, la novela de uno de los autores franceses contemporáneos más prestigiosos da una dimensión intelectual a las ideas de Le Pen sobre la amenaza que supone para Francia la supuesta creciente influencia de la inmigración árabe-musulmana.

Soumission se refiere a una trama ambientada en la Francia de 2022, en la que el protagonista es François, un profesor de la universidad de la Sorbona, especialista en el escritor decadente del siglo XIX Joris Karl Huysmans, soltero, alcohólico y nostálgico de las mujeres sumisas a la antigua.

El contexto político presenta en una situación de todavía mayor debilidad que la actual a los que han sido los dos grandes partidos de gobierno del país: el socialista (PS), del actual presidente, François Hollande, y el conservador UMP del anterior jefe del Estado, Nicolas Sarkozy.


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Ante esa fragilidad propia y ante el riesgo de que el FN se haga con el poder, el PS y la UMP deciden apoyar al que es el segundo partido del país, la Fraternidad Musulmana, cuyo líder, Mohamed Ben Abbes, se convierte gracias a ellos en presidente de la República.

Ben Abbes y la Fraternidad Musulmana, que quieren una Europa cuyo centro sea el Mediterráneo, privilegian su proyecto educativo, con una privatización que pone la religión en el centro de la formación, pero también la salida de las mujeres del mundo del trabajo y del espacio público, y su consagración únicamente a labores domésticas y familiares.

François renuncia a la propuesta que le hace Myriam, una antigua pareja -judía- que le sugiere que haga como ella y se vaya de la nueva realidad francesa a Israel, y en su lugar se convierte al Islam, lo que entre otras cosas le permite -aparte de tener solucionado su futuro económico- disponer de varias mujeres sumisas.

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La respuesta de Houellebecq

El escritor sostuvo que es "poco verosímil" el escenario que traza en su último libro y señaló que ha jugado así a dar miedo, aunque aclaró que no es una provocación y no cree que tenga un efecto político, como algunos le reprochan.

En una entrevista publicada hoy por el periodista Sylvain Bourmeau en su blog, Houellebecq explica que Soumission tiene un elemento común con las anteriores, "la idea de que alguna religión es necesaria".

La conclusión más evidente es que los yihadistas son malos musulmanes, según Houellebecq

Pero lo que cambia con respecto a sus anteriores obras es que ahora no son las religiones creadas por los personajes de sus precedentes novelas, sino que se trata de una existente, el islam, sobre la que ha cambiado su opinión, después de haberla calificado hace unos años de "gilipollas".

"En el fondo -argumenta-, el Corán es mejor de lo que pensaba, después de leerlo. La conclusión más evidente es que los yihadistas son malos musulmanes" y que "la guerra santa de agresión no está autorizada en principio, sólo es válida la predicación", de acuerdo con el autor francés.


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