El vicepresidente Amado Boudou representará hoy al gobierno argentino en el acto de asunción de Dilma Rousseff como jefa de Estado del Brasil, luego de que Cristina Kirchner suspendiera todas sus actividades hasta el próximo 12 de enero por sufrir una "contusión en su tobillo izquierdo".
El cuestionado dirigente oficialista participará de la ceremonia en el marco de los procesos judiciales que afronta por las causas Ciccone Calcográfica y la falsificación de documentos de un automóvil de su propiedad.
La decisión de enviar a Boudou a Brasil provocó la reacción del arco opositor argentino, que consideró una "falta de respeto al pueblo brasileño" y una "vergüenza" que el vicepresidente represente al gobierno argentino durante la jura de Dilma Rousseff, que afronta su segundo mandato al frente del Palacio de Planalto.
En ese contexto, el vicepresidente argentino llegó a Brasil en medio de un estricto hermetismo para compartir estrado junto a los presidentes de Chile, Michele Bachellet; Paraguay, Horacio Cartes; Uruguay, José Mujica, Venezuela, Nicolás Maduro y el costarricense Luis Guillermo Solís, que confirmaron su asistencia a la ceremonia.
En el caso de Uruguay, el presidente José Mujica viajó a Brasilia acompañado por el presidente electo, Tabaré Vázquez, quien le sucederá en el cargo a partir del próximo 1º de marzo.
La única mandataria de los países del Mercosur que no asistirá al acto será Cristina Kirchner, quien por indicación médica se mantendrá en reposo hasta la segunda semana de enero, por la lesión en el tobillo producida en un accidente doméstico en su casa de El Calafate.
El acto de investidura de Rosuseff arrancará a las 13.30 de la Argentina, y concluirá cuatro horas después con un cóctel ofrecido por Rousseff a las delegaciones extranjeras en el Palacio de Itamaraty, sede del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Confirmaron su presencia también los vicepresidentes de Colombia, Germán Vargas Lleras; Cuba, Miguel Díaz-Canel; Ecuador, Jorge Glas; El Salvador, Oscar Samuel Ortiz; y Nicaragua, Moisés Omar Halleslevens; así como el de Portugal, Paulo Portos.
Los Estados Unidos también estarán representados por su vicepresidente, Joe Biden, considerado como un "gesto" del gobierno de Barack Obama dirigido a recomponer la relación con Brasil, tras una etapa de enfriamiento en 2012 por un escándalo de espionaje.
China, uno de los principales socios comerciales y políticos del Gobierno de Rousseff y de Fernández de Kirchner, ha confirmado la presencia de su vicepresidente, Li Yuanchao.
También asistirá al acto el primer ministro sueco, Stefan Löfven, quien aprovechará su viaje para tratar asuntos relacionados con la venta de 36 cazabombarderos Grippen NG a la Fuerza Aérea Brasileña.
Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT), fue reelegida en octubre pasado para un nuevo período de cuatro años que extenderá a 16 años la permanencia de esa fuerza política en el poder: gobierna el país desde el 1º de enero de 2003, cuando asumió el primero de sus dos mandatos Luiz Inácio Lula da Silva, antecesor y padrino político de la actual mandataria.
El PT organizó -en paralelo a la ceremonia de asunción- una gran fiesta popular, bautizada como "Marcha de la Esperanza" que se realizará en las inmediaciones del Palacio de Itamaraty, a la que el propio partido gobernante calcula que asistirán entre 15.000 y 20.000 personas, informaron medios de prensa local.